PENSAMIENTO
TENDIDO AL VIENTO
Andrés desde el día en que descubrió, bajo el oropel que lo cubría, el canallesco montaje del sistema social, comenzó una búsqueda
tendente a conseguir parada y fonda, junto a aquellos soñadores que percibían su misma realidad.
Desde siempre, este entrañable loco, utiliza el arma de su humilde pluma, en un loable intento de contrarrestar, el
tendencioso discurso que los liberticidas despliegan a través de sus múltiples altavoces. Suma sus esfuerzos a los que como él, pretenden parar el alocado galope
tendido que ha emprendido esta sociedad hacia el dinero, como antídoto de su infelicidad. Y al igual que Juan Panadero canta:
Si no hubiera tantos males,
yo de mis coplas haría
torre de pavos reales …
y denuncia donde puede, a los que controlan el
tenderete en el que han convertido al mundo; a estos desaprensivos
tenderos dispuestos a ponerle precio hasta al aire que respiramos.
Y proclama como Gabriel Celaya: LA POESIA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO, haciendo suyo los versos del poeta:
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de casa día
como el aire que exigimos trece veces por minuto
para ser y en tanto somos, dar un sí que glorifica.
No es una poesía gota a gota pensada
No es un bello producto. No es el fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo y en la tierra son actos
Andrés sabe que el enemigo, al igual que Aquiles tienen su frágil
tendón: el vuelo, de los pensamientos libres.
Con la ilusión encallecida, por el páramo de inquietudes en que han logrado dejar a su entorno, despierta por el aldabonazo que le supone la lectura, del primer artículo de la declaración de principios de la red sociocultural de creadores y artistas El
Tendedero donde dice:
Hoy, más que nunca, es necesario trabajar unidos por un mundo de paz e igualdad social, aprovechar los esfuerzos y potencialidades de cada uno de nosotros y nosotras, para trabajar juntos por una educación y una cultura que rescate y promueva los valores, la identidad y la diversidad de nuestros pueblos y que ofrezca a todas las personas mayores oportunidades de superación y esperanza en el futuro.
Y vuelve a reverdecer en él, la vieja utopía con la que tanto ha soñado:
Otro mundo es posible