miércoles, 25 de febrero de 2009

¡Al escondite!


Escondida tras la cortina del portal, bajo los anaqueles de aquel mueble disparatadamente solemne del zaguán. Allí, agazapada, sentía mis pulsos agitándose con tanta vehemencia que temía que me pusieran en evidencia. Cuando la respiración me faltaba, aún trataba de contenerla encauzándola con las manos hacía el camino de vuelta, para adentro. Las carreras de los chicos por toda la casa, sus gritos, al ser descubiertos en sus escondrijos, me tranquilizaban.
No me encuentran.
Oía a mi hermana llorar al ser jalada desde debajo del sillón del abuelo. A los mellizos reírse de Marcelo que había buscado las faldas de la yaya para esconderse y ésta lo había delatado con su caminar atropellado.
Todavía me buscan.
Murmullos y confidencias que no alcanzaba se iban alejando y alejando…
¿Me buscan?...
Agitada, temblaba del miedo a no ser descubierta.
¿Y si no me encontraran?, ¿Y si me olvidasen?...
¿Y si no se acordasen que había venido con ellos hasta esa casa a recoger los últimos y escasos enseres que podíamos llevar con nosotros a nuestro nuevo destino, más allá de la ciudad, tan lejos…? Había sentido la puerta cerrarse y a la abuela refunfuñar su plegaría de despedida, como para santificar nuestra ausencia. No los oía, comenzaba a inquietarme.
¿Se irían sin mí?
Apretujándome contra la pared, enmarañándome con los recobijos del rincón, comencé a deslizarme fuera de mi escondite, primero despacio, después, impaciente, empujé el mueble lejos de mí. Allí estaba, al descubierto de un enjambre de chicos que tiraban de mí burlándose de mis piernas por dónde se deslizaba el miedo y mojaba unas zapatillas que me delataban. Estallé en risas.
¡Me habían pillado!
Fita

lunes, 23 de febrero de 2009

Problema aritmético


En un mundo imaginario existen solamente cuatro individuos, a los que conoceremos como: Sujeto A, B, C y D.
En este mundo ficticio tan sólo se dispone de una cantidad de dinero igual a 2 millones de Euros, de los cuales, el Sujeto A tiene uno y el Sujeto B, el otro.
El Sujeto C tiene un pequeño terreno.
El Sujeto D monta un banco.
Los Sujetos A y B ingresan todo su dinero en el banco del Sujeto D.
El Sujeto C pide un préstamo al Sujeto D de 2 millones de Euros, el cual le es concedido a cambio de un interés igual a 200 mil Euros y el aval de su pequeño terreno.


Pregunta 1ª:

El Sujeto A y el B tienen en sus respectivas cartillas de ahorro 1 millón de Euros cada uno, el Sujeto C, 1 millón ochocientos mil y el Sujeto D, 200 mil Euros. En total suman 4 millones de Euros, pero en un principio dijimos que sólo existen 2 millones, por tanto, ¿dónde están los 2 millones de Euros que faltan?


Pregunta 2ª:

El Sujeto C ha pedido prestado 2 millones de Euros, por tanto tendrá que devolver 2 millones de Euros, pero sólo ha recibido 1 millón ochocientos mil, ya que el Sujeto D se ha quedado con el resto como pago por el préstamo. Así que ¿de dónde sacará el Sujeto C los 200 mil Euros restantes que tendrá que devolver al banco para saldar su cuenta por completo?


Pregunta 3ª:

¿Qué ocurriría si los Sujetos A y B quisieran disponer de su dinero teniendo en cuenta que el Sujeto D, dueño del banco, sólo se ha quedado con 200 mil Euros (de momento)?
(Ésta es la más fácil de contestar. Ya que en este caso, y sólo en este, y sin que sirva de precedente, se fabricaría más dinero.... pero no para abonárselo a los Sujetos A y B, sino para dárselo al Sujeto D y que éste dispusiese de él como bien gustase).

Desconozco las demás respuestas, pero sí que sé como terminaría toda esta problemática:
El Sujeto D se haría dueño de los 2 millones de Euros y del terreno del Sujeto C.

(Piensen en este problema cada vez que vayan a hacer un ingreso en el banco).

viernes, 20 de febrero de 2009

Propuesta para la cabecera del blog

Te podrá defraudar o en cambio sorprender;
podrá alegrarte el día o aburrirte hasta la muerte;
podrá aletargarte o incluso podrá abrir tu mente;
pero lo que nunca hará un libro es dejarte indiferente.

Sí, ya sé que no es muy bueno, pero lo hago para ver si así se animan los auténticos poetas.
Espero más propuestas (también de imágenes).

Mejora propuesta por Jose María:

Te podrá defraudar o en cambio sorprender.
Podrá alegrarte el día o aburrirte hasta la muerte.
Podrá aletargarte o incluso estremecer.
Pero lo que nunca hará un libro es dejarte indiferente.

Sigue abierto el tema.

sábado, 14 de febrero de 2009

El amante geométrico

Para festejar el día del amor, he querido reflejar un amor geométrico, porque me parece una forma original de expresar el amor:


El amante geométrico

Tus ojos son como cubos
De cristales cantarinos
Por los segmentos de tus labios
Asoma la apotema de tu lengua
En tus curvas sinuosas
Se enreda la vida mía
Entre tu seno y coseno
Todo es trigonometría

Tus pechos son como esferas
compactos, firmes, rotundos
Tus nalgas voluptuosas
Llegan hasta tus caderas
En tu tórax tronco-cónico
Yo soy un paralepípedo
Tus piernas son dos cilindros
Que dan firmeza a tus formas

En el triángulo isósceles
Que entre tus muslos cobijas
Descansaré mi tangente
Hasta que tú me lo exijas
En la espiral de tu ombligo
Esconderé mil caricias
Del ángulo de tu axila
He de ser su bisectriz

Tú cóncava, yo convexo
Tú aguda, y yo obtuso
Haciendo de todo uso
Rematando con mil besos

Seré tu amante geométrico
Buscaré todos tus lados
Formulando cada día
Tu perímetro total
En el área de tu cuerpo
He de perder mi energía
El arco de mis deseos
Tu secante cortará

Toda tú eres mi problema
He de resolverte ya

José María

viernes, 13 de febrero de 2009

Otro fragmento de "Memorias de un guerrero"

No me atrevería a augurar si fue la falta de experiencia o el infortunio, lo que deparó el angustioso final que las deidades tenían escrito para el que nunca llegó a reinar. Lo cierto es que una mala mañana abrió los ojos tras un amargo sueño lleno de delirios, con la piel ardiente y sudorosa. El temblor hipnótico que le recorría todo su ser, me hizo comprender con prontitud el mal que le aquejaba, y sobre el cual poco se podía hacer; eran muchos los que yo había visto arder con anterioridad en la pira funeraria después de largas jornadas de lucha contra aquellas convulsiones intermitentes, capaces de tumbar y dar fin al más fornido y osado de los guerreros.
Ante mi impotencia, opté por procurarle los mejores cuidados que podía ofrecerle en semejante situación. Su débil constitución, tan sólo fue capaz de aguantar aquel ardor incontenible durante tres noches.
Mientras tanto, en sus alucinaciones de enfermo, parecía adivinar el inminente final que le aguardaba, y una y otra vez, cuando su conciencia se lo permitía, me agarraba con la poca fuerza que le quedaba del brazo, obligándome a prometerle, por los siete mayores dioses, que no abandonase al olvido entre aquellas impuras aguas su memoria de glorioso príncipe de un fausto imperio, el cual una vez fue grande entre los grandes. No tengo muy claro si los fugaces trazos aquí expuestos sobre su persona, serían de su agrado o si tal vez él hubiese preferido que yo me hubiese dejado vencer por la imprudencia faltando a la verdad, relatando memorables conquistas en su nombre, para la veneración y gloria de éste en épocas venideras. Me consta que esto es algo que ya se ha hecho con anterioridad, y no en pocas ocasiones. Espero que me pueda perdonar mi imberbe príncipe, desde allá donde se encuentre, pero me propuse, al iniciar este relato, dejar constancia sólo de aquello que mi memoria diera por cierto, lo cual comprendo que no se ajustará a la realidad, pero no es menos cierto que esta es la única realidad que yo poseo. Si hay algo que me ha hecho comprender la edad, es precisamente que no hay más verdad en este mundo que la que cada cual alberga en su memoria, y, sea sueño o sea experiencia vivida, lo que aquí cuento es todo lo que fui y lo que ahora me queda. No creo que nadie se espante de tanta sinceridad, porque es bien sabido que poco diferencia a lo pasado de lo soñado, así como a lo esperado de lo imaginado, ya que todo ello, una misma huella deja en nuestro destino.
Como iba diciendo, espero que, desde las alturas, sea aquel muchacho condescendiente con su fiel servidor, que lo fue hasta la muerte, ya que, tras su fallecimiento, ni tan siquiera una digna sepultura, conforme su alta estirpe requería, pude ofrecerle, tal era la situación tan precaria en la que me encontraba. Eso sí, juro por la diosa que me concedió la vida, que oré por sus huesos y rogué a las más altas divinidades que acogieran con clemencia a su leal súbdito, y que, por favor, supiesen perdonarle el estado tan calamitoso y exiguo en el que acudía a ellos desde su existencia terrenal.
Poco después, adivino que sería despedazado y consumido hasta la extinción por las más diversas y extrañas criaturas que merodeaban por aquellas aguas pantanosas. Reconozco que lo abandoné lleno de remordimientos e ideas confusas, aunque ahora comprendo que fue un final acorde a una existencia banal.
De nuevo la soledad albergó en mi espíritu.

jueves, 12 de febrero de 2009

Curso UCA Nieves Vázquez

La UCA ha publicado la convocatoria de un curso de un TALLER DE CREACIÓN DE RELATOS. Será impartido por Nieves Vázquez Recio. Los datos principales son los reseñados a continuación, pero para cualquier consulta podéis acudir a la WEB de la UCA (Campus CREA):


http://www.uca.es/web/actividades/cursos_extension/2009/ccrea0809#matricula


Profesora: Profª. Dra. Nieves Vázquez Recio (Universidad de Cádiz)
Lugar: Por determinar
Duración: 30 horas
Horario: 17 a 20 horas
Calendario: 13, 15, 20, 22, 27 y 29 de abril; 4, 6, 11 y 13 de mayo de 2009.


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Para nosotros tiene un inconveniente enorme, y es que después de matricularme me he dado cuenta de que tiene cinco días concidentes con nuestro taller (15, 22, 29 de Abril y 6, 13 de Mayo). En mi caso intentaré repartir el tiempo de alguna manera, pero reconozco que será complicado.

domingo, 8 de febrero de 2009

La chirigóticas

Ayer actuaron en El Teatro Moderno de Chiclana Las Chirigóticas. En este vídeo no aparece su nuevo y afortunado fichaje, Pepa Rus, la actríz Chiclanera que trabaja en Aída junto a Paco León. ¡Qué pechá de reir!

http://es.wikipedia.org/wiki/Pepa_Rus



¡Ajolá te tragues un paraguas y te se abra dentro!

Las chirigóticas

jueves, 5 de febrero de 2009

LA ESTATUILLA


LA ESTATUILLA



- Hola, en este momento no estamos en casa. Deja el mensaje después de la señal.

- Juan Carlos… ¿Estás ahí…?

- Piii…

- Joder Juan Carlos, con lo poco que me gusta hablarle a estos cacharros… Pero ya te he llamado tres veces… Bueno, ya que estoy te lo cuento. Normalmente nos vemos de verano en verano, pero estamos en octubre y la verdad es que no me apetece esperar hasta julio para explicarte lo que me ocurre. El administrador de la comunidad de tu chalet me ha dado tu número de teléfono, pero no te enfades con él, le he convencido de que era por un tema muy importante para ti, ya sabes la labia que me gasto. Antes que nada espero que tu familia esté bien, saluda a Renata de mi parte. Ya estoy lampando por volver a disfrutar de las puestas de sol en el chiringuito del Pedrín con un wiskisito en la mano y embobado oyéndote contar historias de dinosaurios, de reyes antiguos o de romanos. Antes de oírte, para mí eran romanos todos los que llevaban espadas en las películas, ahora ya sé que no es así, aunque todavía no tenga muy claro como distinguirlos.

Anteayer le di un susto de muerte a mi mujer. Te vi hablando con Eduardo Punset en la tele y le grité para que viniera al salón a verte. Llegó tan asustada con mi grito que cuando vio lo que era no sé como no me pegó, bueno sí, me pegó, pero con el trapo de la cocina, que me lo tiró con todas sus ganas mientras se iba para seguir fregando. Yo no entendí mucho lo que hablabas, la verdad, pero ya me lo contarás cuando nos veamos. El caso es que eso me dio la idea de llamarte o escribirte, porque me están pasando cosas muy raras Juan Carlos, muy raras.

Tú sabes que de vez en cuando salgo a pescar con el Pedrín en su barco- en su bote, como a ti te gusta llamarlo-, pues desde hace unas semanas, cada vez que pasaba por una zona de la punta del boquerón, cerca del castillo, me entraba una cosa por dentro, como una mezcla de miedo y retortijones… Sé que te vas a reír cuando oigas esto, te conozco Juan Carlos, pero es así, te lo juro. Pues mira, ahí no queda la cosa, hace dos sábados pasamos otra vez y yo le dije al Pedrín que parara el barco allí mismo, que yo no me quería quedar con la duda de qué era aquello que a mí me entraba, y fue y me dijo el cabrón que nanai de la china, que me dejara de pamplinas y que no paraba el barco. Yo le insistí pero, oye, ni puñetero caso, así que cogí el rezón por mi cuenta y lo eché al agua. La cara que me puso, ya te la imaginarás, pero tú sabes como es, muy echao p´alante y luego un pedazo de pan. Así que como él también estaba con la mosca detrás de la oreja con mis retortijones pues dio media vuelta al barco y fue navegando despacito despacito hasta que me vio en la cara donde era el sitio, mira tú que misterio, por la cara que puse se dio cuenta de donde tenía que parar, como si mi cara fuera la pantalla de un sondador. No te lo vas a creer, no sé si aquello tenía que ver con lo que a mí me entraba o no, el caso es que me tiré al agua y nada más pegarme la zambullía me encontré con una estatuilla sobre la arena del fondo, a dos metros más o menos. Al principio me pareció… Piii.



- Hola, en este momento no estamos en casa. Deja el mensaje después de la señal… Piii.
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- Que se había terminado el tiempo del contestador Juan Carlos, como te iba diciendo, que al principio la estatuilla me pareció de hierro y muy estropeada, pero una vez en casa la limpié bien y resultó que era de bronce. Yo no sé si habré hecho bien, pero la he pulimentado y todo. Ahora se me ha quedado con una pátina la mar de bonita. No sé si es muy antigua, yo creo que sí. Estaba por mandarte la foto para que me dijeras qué opinas, tú que te dedicas a eso de la arqueología y cosas así. El Pedrín no para de decirme que la tire otra vez donde estaba, que eso de que a mí me diera retortijones antes de encontrarla le da mala espina, pero éste es de los que ve una bicha y va a misa al día siguiente. Por lo pronto dice que ya no me lleva más a pescar, y para colmo se lo ha contado a todo quisqui en el muelle de Sancti Petri, así que a partir de ahora si quiero robalos, a la plaza, qué le vamos a hacer.

Me estoy liando y esto es conferencia Juan Carlos, voy a ir al grano. Como te iba diciendo, tengo la estatuilla en casa. Es la figura de un hombre delgado con un delantalito como si fuera un taparrabos y un gorro raro, con un pie adelantado, las manos caídas y los puños cerrados. La foto se la he hecho con un paquete de Ducados al lado para que compararas y vieras así lo que mide, yo creo que veinticinco centímetros o por ahí. Veinticinco centímetros… quien los pillara ¿eh, Juan Carlos?...ejem… Puri dice que me llevo todo el día mirando al Julio Iglesias, que así es como ella ha bautizado a la figurita, y ya está empezando a darle la razón al Pedrín con eso de que la tire. Pero aquí viene lo mejor, de tres días para acá cuando la cojo con la mano izquierda me cambia la apariencia de la mano. ¿Cómo te quedas? ¿A que no te lo crees? Que sí hombre, que se me pone la mano muy rara, como más vieja y velluda, que esa no es mi mano. Para colmo me aparece un anillo gordo de oro en un dedo, como si fuera un nudo de cuerda, pero en oro. Ya me imagino la cara que pondrás cuando me oigas y me dan ganas de colgar y todo, te lo juro, pero… ¿a quién se lo cuento Juan Carlos? Al principio se me pusieron los ojos como chiribitas. Me quito el anillo y lo vendo… me dije. Pero con lo clarito que lo veo y cuando voy a echarle mano se me desvanece como en un sueño. ¿Tú no has tenido de chico sueños de esos que tenías dinero debajo de la almohada y luego te despertabas y un mojón pa ti, ni dinero ni ná? ¿No? Pues a mí me pasaba mucho. Al ratón Pérez nunca le dijeron que el Charli se estaba quedando mellao, ya ves.

Bueno, pues eso era lo que te quería comentar, ni la Puri sabe lo de la mano, si lo supiera ya estaría la estatuilla en el agua, pero me da no se qué. Yo por lo pronto voy a esperar tu respuesta, eso si no se termina esto tan raro que me pasa antes de que me contestes. Te agradezco tu paciencia Juan Carlos. Hasta pronto. Un abrazo.



…o0o…

Madrid a 28 de Octubre de 1999


Amigo Charli. Ha sido un verdadero placer recibir tus noticias, aunque te confieso que tu llamada ha sido para mí un alarde de misterio. No dispongo de tu número de teléfono y en la guía no apareces. Espero que ese detalle no sea consecuencia de tus confesados desmanes urbanísticos en la zona. Aún recuerdo a la desafortunada anciana alemana que te seguía por todos los rincones de Chiclana con el portalámparas del salón en la mano. ¡Mira que ponerle un portalámparas con dos cables cortitos metidos en el techo para que creyera que tenía instalación eléctrica! Te confieso que estoy escribiendo esta carta sin saber aún tu dirección, cuando cierre el sobre buscaré tus datos a través de Pedro o algún otro amigo común.

Lo primero que te recomiendo es que te compres el barco de una vez ¡deja de gorronear y dispón de una vez de tu capital para disfrutar hombre de Dios! Por otra parte me halaga tu confesión de que influyo positivamente en tu formación humanística. Es esa y no otra la función principal de mi trabajo como catedrático, aunque debo aclararte que soy paleontólogo, no arqueólogo, pero no te preocupes por eso, me alegra saber que te he imbuido cierto interés por los huesos u otros objetos antiguos enterrados, ya sean de un romano, de un visigodo o de un oso de las cavernas. Espero que a partir de ahora te lo pienses un poco antes de ordenar precipitadamente a las excavadoras que tapen cualquier resto antiguo en cualquiera de tus pequeñas obras, como te pasó con aquella vasija en Cádiz.


Adjunto te envío una fotocopia de un estudio realizado por mi compañera de la UCA Eleonora Kaminer Ruiz, “Leyendas Fenicias del Templo de Hércules”. Me he limitado a fotocopiarte lo que a mi entender puede interesarte, espero que me mantengas informado. Creo sinceramente que antes de tirar esa estatuilla al mar deberías entregarla a las autoridades, debo indicarte que por tu explicación parece tratarse de una figura fenicia del siglo VIII o VII a.C. Si persisten los síntomas en tu mano izquierda no te olvides de comunicármelo inmediatamente, te remitiría a esta señora que con seguridad sabría aconsejarte mejor que yo.

Recibe un cordial y afectuoso abrazo de tu amigo
Juan Carlos Quiroga Durruti
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Los fenicios viajaban desde Tiro y otras ciudades del medio oriente en pequeñas naves de cabotaje –navegación costera- y más tarde mejoraron sus sistemas de navegación permitiéndoles dar algunos saltos que acortaron sus rutas: Chipre, Creta, Malta, Cerdeña e Ibiza. Estas navegaciones, debido a los vientos predominantes, se hacían en verano, dejando la vuelta para los meses a partir de octubre costeando por el norte de África. La dureza de estas rutas hacía que los navegantes se aferraran a fuertes creencias religiosas, realizando sacrificios y ofrendas al terminar cada una de estas navegaciones, motivo por el cual se han localizado diversos objetos rituales en los alrededores de la Isla de Sancti Petri, lugar muy cercano a la posible ubicación del Templo de Hércules. A pesar de la casi total ausencia de textos fenicios, se cree que estos navegantes adquirían el compromiso de la ofrenda al comienzo de su travesía. El incumplimiento de la misma les condenaba a vagar por los mares de la tierra hasta que alguien en su nombre la realizara, de no ser así, el alma de dicho navegante vagaría por toda la eternidad.



Eleanora Kaminer Ruíz“Leyendas Fenicias del Templo de Hércules
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- Hola Juan Carlos, que alegría me da oírte… ¿cómo estás?

- Muy bien Pedrín, gracias. Mira, te llamaba por lo de Charli. Hace unos días me dejó un mensaje en el contestador explicándome lo de la estatuilla. Le he contestado hoy e iba a echar la carta al buzón, así que te he llamado por si tenías su dirección y por si sabías algo más.

- ¿A ti también te lo ha contado? Este Charli es mucho Charli. Yo creo que se le estaba yendo la olla Juan Carlos, de verdad. Ha estado de lo más raro este chiquillo.

- ¿Pero sabes si tiene la estatuilla aún?

- ¡Que va! Si el otro día se coló en mi casa con ella en la mano y me sacó casi en pijama. Porque yo estuve carajote, si no le dan por culo al Charli.

- ¿Y qué pasó?

- Yo qué sé Juan Carlos, yo qué sé… que le entró una idea en la cabeza y si no hace lo que le ordenaba esa idea en su coco yo creo que se vuelve majara. ¿Sabes lo que hizo? Me llevó al muelle y me hizo sacar el barco. Yo le había dicho que ya no le llevaba a pescar ni muerto, pero eso era pa verlo Juan Carlos, con los ojos desencajados y la estatuilla de los cojones en la mano izquierda, pero como me dijo que iba a tirarla al agua pues me dije: a lo mejor se le quitan las pamplinas al loco este. Así que lo llevé hasta donde él me dijo.

- ¿Y la tiró o no la tiró?

- ¡Claro que la tiró! Pero no veas la que formó, se sacó del bolsillo un cuenco y un mechero y encendió un poco de incienso, luego se puso de pie en el barco y empezó a hablar en otro idioma, con los brazos en cruz y casi gritando, me tenía acojonado, eso era pa verlo Juan Carlos. Al final cogió la estatuilla, la besó, la levantó como enseñándosela al cielo y la tiró por la borda al mismo sitio donde la había recogido. Después se miraba la mano izquierda, la abría, la cerraba, se miraba una y otra vez y así un rato hasta que empezó a sonreír un poco. Parecía como si le hubieran puesto una inyección de valium, se desparramó en el barco y casi lo tengo que llevar en brazos hasta el coche. La Puri dice que llevaba varios días sin dormir y que ese día durmió como un niño chico.

- ¿Y no le has visto más desde entonces?

- ¡Sí, claro! Lo veo todos los días, está la mar de tranquilito, muy serio, sin gastar bromas pero muy tranquilito… Ah, y ya de hablar del asunto ná de ná. Le he preguntado varias veces y me cambia de tema. No hay quien le saque ni una palabra.

- Qué raro… pero bueno, lo importante es que está bien. Pues nada Pedrín sólo te llamaba para eso, así que rompo la carta y listo. Estas navidades me daré una vuelta por ahí, aprovecharé para charlar un ratito con él. Venga, un abrazo y hasta pronto.

- Hasta pronto campeón, un abrazo.
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FIN