Esta semana hay doble tarea:
-Escribir un texto poético como el de la semana pasada pero esta vez en lugar de con el "yo soy", tiene que ser con el "tú eres" y hay que escribirlo sobre una persona del taller (o varias, pero que no sea demasiado extenso, recordemos que tenemos que leer tod@s).
-Llevar a clase un objeto que conservemos desde hace tiempo para mostrarlo y contar a tod@s por qué lo hemos elegido y por qué lo conservamos. Nuestro profe Migue nos dará más detalles el próximo miércoles.
Foto vista aquí
sábado, 30 de noviembre de 2013
jueves, 28 de noviembre de 2013
Soy
Yo soy una pequeña
Partícula callada
Que engarzada en las otras
Da vida al universo.
La sangre y la saliva
Esclavas de latidos
De ritmos, de caminos
Preñados de almanaques
Soy un rescoldo tibio
Añorando el incendio
La luz del medio día
El bullicio las flores
Las risas de los niños.
Yo soy este presente
Que me va derramando
En brazos del futuro
O esa cigüeña blanca
Con quien partiré un día.
lunes, 25 de noviembre de 2013
Tarea del yo
Usando la mirada poética, tenemos que escribir un poema en el que hablemos de nosotros mismos. Podemos inspirarnos en los que aparecen en los apuntes en la parte de "Tú no eres quien piensas (y yo tampoco)" (páginas 13 y 14). Son los siguientes:
Soy el viento del mar, Poema Milesio
Yo no tengo una personalidad, Oliverio Girondo
Yo no soy yo, Juan Ramón Jiménez
Yo soy tu indómita gacela, Gioconda Belli
Soy un niño en el centro de un colegio de odio, Alberto Porlan
Que descubráis quién sois como buenos poetas
Imágenes de Monólogos y Acción Poética
martes, 19 de noviembre de 2013
Más tarea de cosas especiales, pero esta vez de un compi de niñ@
Esta semana la tarea es la misma que la semana anterior, peeeeero esta vez no tenemos que contar algo que nos haya pasado a nosotr@s. En vez de eso, tenemos que imaginar una cosa mágica, insólita o increíble en la que el protagonista sea algun@ de nuestr@s compis del taller cuando era niñ@. Usando el conocimiento que tengamos de esa persona, tenemos que escribir un relato sobre esa experiencia. No tiene que ser un caso real que nos haya contado, sino que hay que dejar libre la imaginación para poner a nuestr@ amig@ en una situación inventada que ocurra durante su infancia. Sería maravilloso que esa persona nos dijera: ¡Anda, pues eso me pasó de verdad! Y si no es así, sería maravilloso que esa persona nos dijera: ¡Anda, pues me encanta que me hayas metido en esa historia! Pues eso, compis, que mañana nos contamos ^^
Imagen vista aquí
martes, 12 de noviembre de 2013
Tarea de cosas insólitas y especiales, verdad o mentira
Es un poco tarde pero pongamos la tarea para mañana (el perezoso verano hace perder la costumbre de colgar la tarea) que siempre está bien que quede constancia. Pues se trata de buscar en nuestra memoria esas cosas insólitas y especiales de la vida, esos momentos mágicos o llenos de poesía, en que se producen coincidencias sorprendentes. Ojo, hay que llevar a clase tres: dos tienen que ser verdad, que nos haya sucedido de verdad. Otra más tiene que ser mentira, que la hayamos inventado, pero tenemos que contarla como si fuera verdad. Las tres tienen que ser especiales y mágicas. No hace falta escribirlas, se pueden contar. ¡Hasta mañana!
Foto de aquí
Foto de aquí
domingo, 10 de noviembre de 2013
sábado, 9 de noviembre de 2013
El día en que Matilde recobró su libertad
Matilde
era una mujer luchadora... aunque nadie lo sabía, ni siquiera ella
misma. El hecho de haber criado solita a cinco hijos varones y de
haber aguantado durante casi cincuenta años a un marido, también
varón, y que no conocía la palabra respeto, eran motivos más que
suficientes como para sentirse orgullosa... aunque nadie parecía
saberlo, ni tan siquiera ella misma.
Aquel
día era un domingo como otro cualquiera; Matilde llevaba toda la
mañana cocinando para sus cinco hijos, nueras, ocho nietos y un
bisnieto. Setenta y cinco años son muchos años, y Matilde estaba
cansada... aunque nadie quería saberlo, ni siquiera ella misma.
Matilde
freía patatas mientras todos discutían en la mesa: tocaba resolver
el futuro de mamá tras haber enviudado recientemente; todos y todas
sabían perfectamente lo que a ella le convenía. Matilde, callada,
se concentraba en sus patatas. Al fin Paco, el mayor, tomó la
iniciativa con decisión: “no se hable más; mamá, vendes esta
casa, te compras un piso en la ciudad y se acabó”.
-Pero
si estoy bien aquí, hijo, de verdad... -empezó a decir Matilde sin
quitar ojo a sus patatas.
-De
eso nada, Paco tiene razón, te vienes con nosotros a la ciudad -la
interrumpió Miguel, convencido ante el apoyo del resto.
Entonces
Matilde soltó la espumadera sobre la sartén, se secó bien las
manos en el delantal aceitoso, se volvió hacia la mesa y, con la
mirada fija en los ojos de su tercer hijo, afirmó lenta pero
firmemente: “He dicho que estoy bien aquí.” Acto seguido volvió
a tomar la espumadera y continuó con las patatas, satisfecha porque
no se le habían quemado. Tras unos segundos de silencio, Gertru, la
mujer de Paco, les recordó a todos lo lluvioso que estaba siendo el
mes de noviembre. Aquel domingo, Matilde recuperó la libertad...
aunque nadie se quiso dar cuenta, ni siquiera ella misma.
lunes, 4 de noviembre de 2013
viernes, 1 de noviembre de 2013
"JALOWÍN"
A mí, en mi barrio; en la puerta de mi casa, acaban de estampar dos huevos dos críos, primos entre ellos a la voz de "¿truco o traco?" y con el añadido de "tengo cojones pa tirarte el huevo".
He salido, puesta a pegar gritos por el hueco de la escalera, que es como aquí entienden las cosas, acordándome de las puñeteras madres de los puñeteros críos y jurando que si los llego a pillar la hostia se la llevan así hubiere llegado la policía y que me lo pasaba todo por el arco del triunfo.
La dulce Chari, qué cojones.
Aunque pueda parecer de ciencia ficción, tratándose de mi barrio, ha subido después uno de los autores del disparo hueveril a disculparse, a la orden de mis gritos. Temblando y gimoteando, "perdone señora..." y después llorando a moco tendío y diluyéndose el maquillaje en solución lacrimal; acusando a su primo como autor del segundo impacto que casi arruina el jersey de una de las mamás de mi fiesta de pijamas.
Un vasito de agua y un abrazo se ha llevao, el vampiro.
He salido, puesta a pegar gritos por el hueco de la escalera, que es como aquí entienden las cosas, acordándome de las puñeteras madres de los puñeteros críos y jurando que si los llego a pillar la hostia se la llevan así hubiere llegado la policía y que me lo pasaba todo por el arco del triunfo.
La dulce Chari, qué cojones.
Aunque pueda parecer de ciencia ficción, tratándose de mi barrio, ha subido después uno de los autores del disparo hueveril a disculparse, a la orden de mis gritos. Temblando y gimoteando, "perdone señora..." y después llorando a moco tendío y diluyéndose el maquillaje en solución lacrimal; acusando a su primo como autor del segundo impacto que casi arruina el jersey de una de las mamás de mi fiesta de pijamas.
Un vasito de agua y un abrazo se ha llevao, el vampiro.
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