En mi azotea hay un circo
con cinco cuerdas flojas. ¡Cinco!
A veces espero a los funambulistas agazapado junto al pretil.
No tienen horario ni vergüenza.
Son jocosos, pequeños, traviesos, alados…
Se empujan, trinan, revolotean, andan de lado por la cuerda floja…
y se van.
Con frecuencia el levante culmina la función;
con dedos sibilinos toca el arpa en las cuerdas.
De noche, cuando cree que no la miro,
la luna se hace nota musical
y baila sobre el pentagrama de mi tendedero.
con cinco cuerdas flojas. ¡Cinco!
A veces espero a los funambulistas agazapado junto al pretil.
No tienen horario ni vergüenza.
Son jocosos, pequeños, traviesos, alados…
Se empujan, trinan, revolotean, andan de lado por la cuerda floja…
y se van.
Con frecuencia el levante culmina la función;
con dedos sibilinos toca el arpa en las cuerdas.
De noche, cuando cree que no la miro,
la luna se hace nota musical
y baila sobre el pentagrama de mi tendedero.
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Antoñín
4 comentarios:
Original, bonito e imaginativo.
Las cosas que escribes son para que las lean más gente.
Lástima que se queden en un círculo tan reducido.
Dale tiempo Juan, que Antoñín apunta maneras. Ya verás la de sorpresas que nos tiene deparadas.
Una abrazo.
bueno, tambien es la calida, en breve llegaras a mas gente a mi me llegan tus plabras y me emocionan tus letras
linda imagen la del tendedero al viento. Muy linda.
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