Fui el libro escrito en sánscrito que pocos pudieron traducir.
Fui el número periódico que Tartaglia no pudo pronunciar.
Fui la muñeca que, cubierta de mugre, aún esperaba a su dueña.
Fui la escotilla del C4, que selló la vida de sus 44 tripulantes.
Fui la corbata que estranguló las mentiras de Javier Arenas el 11m.
Fui la constelación repudiada de Ofiuco, presa del abrazo de una serpiente.
Fui la mancha delatora en el ojo de Madeleine.
Fui la perdición de Gunther: un trozo de plastilina color carne jugosa.
Fui la mecha que prendió fuego al piso 17 del Windsor.
Fui la maleta que se estravió en el viaje de vuelta de Wendy desde Nunca Jamás.
Fui el lienzo oscuro y abstracto que nadie consiguió interpretar.
Fui el traficante de la ira.
Fui el óbolo que, bajo la lengua de Eurídice, cruzó el Aqueronte.
Fui una seta del camino, mil veces aplastada.
Fui el boceto del infierno.
8 comentarios:
Raquelilla, me has parado la circulación de la sangre con algunos de los versos.....
besicos
Desde el título, ya me ha gustado todo.
Si tuviera que ponerle un pero diría que la autora nunca podría ser una seta mil veces pisoteada, es imposible pisar el talento.
José María
¡Tú lo que tienes es mu mala leche! Anda que no fuiste nadie, ni ná.
Bromas aparte, unos versos muy inspirados y potentes.
Eso digo yo, tu es que antes tenías mas maldad que un cepo enterrao, jaja. Me ha gustado mucho, qué imaginación, criatura.
Cha grasia peñaaaa, yo es que ende toa la via de dio he tenío mu mala uva, jijiji, por cierto: en mi blog he puesto lo pispo pero con un añadío, a ver qué opinais, os invito a verlo.
Por cierto, subsanada queda la errata del mes, muchas gracias por avisar, Jose María.
comprometidos fueres...muy creativo. fita
qué bien que esa maleta se extraviara en nunca jamás y podamos disfrutar de tu poesía llena de imaginación
deivid
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