Ya se va doblando la esquina, con los tobillos cuarteados de costra negra. Con su canasto apurgarado repleto de viscosas líbidos ahogadas en tormentas. Mira despectivo a "la otra" al cruzarse con ella. Así la llama: "la otra". Ella lanza desparpajos. Insulta con su alegría. Mueve las manos como claveles. Los rizomas se le suben por las rodillas y hacen huir a las lagartijas por su cintura. El sol se achara y le riñe con un cachete.
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Corneta, toque a llamada de escotes.
5 comentarios:
Bienvenida sea!!!!! Gracias por traerla también por aquí.
Besos!
Y ya está bien, ¿no? que mira que ha dado por saco el que se va con viento fresco.
Este año sí que hay motivos para celebrar la llegada de la primavera.
Saludos.
Es bueno enloquecer en primavera.
Es mejor que enloquecer en invierno.
Es fundamental estar cuerdo ya en verano.
Pues nada, que nos alborote las neuronas un poquito, a ver si entre ella y los escotes escribimos mejor todos.
José María
claveles, desparpajo, soltura...así quiero vivir en primavera. Fita
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