Yo no puedo ser buena
no porque me lo digas,
me resulta de ley llevarte la contraria,
por beber tu silencio ya me ahogué muchas veces.
Yo no añoro ser buena,
segura, complaciente,
el animal que guardo, la bestia chirriante,
me reclama tu vida.
Yo no debo ser buena,
me asquean tus motivos,
tengo en el corazón, desactivado, el cañón de una AK 47
y un estertor de plomo en las arterias.
Yo no quiero ser buena,
no me apetece serlo y puedo,
a mi salud,
reinventarme mil veces.
Pero apenas contigo.
Isabel
5 comentarios:
Genial¡¡¡
Yo casi prefiero que seas mala, si sigues escribiendo así
José María
no lo dudes...bastante con vivir como se pueda pa que alguien nos califique -buena o mala- con códigos que no tienen que ver con la vida, al menos con la nuestra, la de cada uno...
Estupendo, niña...Fita
Un clásico, sencillamente.
Se dice que las niñas buenas van al cielo...y las malas a toas partes. Que viajes mucho, Isabel, ya me encontrarás por el camino, jijiji
Ra
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