Me corto la lengua. Salpica tu sangre.
Me corto las ganas. Me parto de ausencia.
Me crispo de velas. Me sangra la lengua.
Salpican tus ganas. Me rompen las quejas.
La estancia se hunde.
Tu sed me alimenta:
Yo, ignorante y llena.
Mis manos.Tus dedos. Los devotos ratos.
Mi segunda estancia. Mi estación continua.
(lunes de cuaresma sobre las aceras)
No sigue la misa.
No siguen las horas. No siguen los días.
Me corto la lengua y me abro los brazos ebrios de tijera.
Hoy me quiero muda. Hoy me quiero muerta. Hoy me quiero rota sobre dos sudarios.
Me descubro entera.
¿Me descubro? Puede
Me descombro apenas.
Isabel
5 comentarios:
Brutal, Isabel. Esa telaraña de letras y sentimientos atrapan incluso al más intrépido lector. A mí desde luego.
atrapan y duelen...las telas de araña atrapan, encierran...te hacen prisionera...doloroso poema ..araña cautiva...Fita
Bonito poema, aunque es cierto que duele al leerlo, pero así son las cosas grandes, que hagan vibrar al lector.
José maría
estoy deseando que leas lo que vas a poner en el cuadernillo, como sea parecido a todo lo que cuelgas aquí, el caché de las cuerdas va a subir como un fa sostenido, jijiji
Ra
Qué ritmo más trepidante, y qué sonido más envolvente, sin duda una telaña desde el título hasta el punto y final.
Queremos ver tu blog, ya!
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