lunes, 17 de mayo de 2010

lamento en la montaña

El otro día recordé este poema porque lo encontré en un libro de texto de la ESO, pero no venía entero, sino sólo hasta la palabra enamorada.
Eva.


Lamento En La Montaña

Aún te veo, río de mi vida,
con los ojos que miran las montañas.

Yo era una montaña con almendros
montaña solitaria.
Y viniste alegre con tu canto
y me besaste toda con tu agua.
Me dejaste inquietud para la noche
y el alma enamorada.

Aún te veo, río de mi vida,
en la curva lejana,
te vas cantando más entre los chopos,
te vas cantando más que en tu llegada.
Y yo,
paralítica montaña;
inmóvil te recuerdo,
enferma de volcanes, alocada,
espero tu regreso, río loco,
que pasaste besando
mi cuerpo de montaña.
Tuviste que seguir tu destino de río,
y yo el mío triste de tierra amontonada.

Me dice el viento que vas al mar,
Te sigo río mío, con los ojos,
Te sigo río mío con los ojos,
ya que no puedo seguirte con las plantas.
Soñé... te quedarías a mi lado,
como un lago sin cisnes,
para siempre,
acunando mi ansia.
Qué locura más loca
enamorarse de un río una montaña!

Gloria Fuertes

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosos poema...
y precioso sentimiento el de la montaña.
Quién no ha sido montaña alguna vez..
y ha dejado al río seguir su cauce,porque si no, dejaría de ser río y amaríamos algo que no es.
Que cificil es amar....y,sin embargo, no sabemos vivir sin hacerlo.
besitos

Anónimo dijo...

Pues sí, Ana, las cosas del amor. Disfrutarlo mientras pase por nuestro lado y dejarlo correr cuando llegue la hora, que siempre nos quedarán los almendros digo yo.
También me estoy preguntando... ¿Porqué no dejan que los chiquillos se enteren de la historia completa de la montaña y el río?

Eva.

Pedro Estudillo dijo...

Una historia de amor muy original, nada común, aunque hablando de amor creo que todo es válido, y al final acaba siendo la misma historia de todo el que ama y es amado.
Y es que Gloria es mucha Gloria, igual que Eva es mucha Eva.

Un abrazo.

Equilibrista dijo...

Muy bueno... hay poemas como éste, que con algo tan sencillo dicen tanto, que sólo se le ocurren a las más grandes...

genialsiempre dijo...

Un poema bonito que al leerlo uno se va dando cuenta del maravilloso estilo de Gloria Fuertes quien imprimía a sus versos una personalidad propia, de forma que un ser inanimado nos parece una persona común y corriente ¿no es maravilloso?

Cuenticiente dijo...

Precioso poema Eva, evocador... y quizá doliente, en otros corazones que no sean de montaña. Un beso.

Carmen dijo...

Es que Gloria Fuertes era mucha Gloria, y sin embargo que poco se le reconoció. Gracias por recordarla tú, Eva...y hazte ver, que te echamos de menos.

Un abrazo, guapa.

Anónimo dijo...

Yo también os echo de menos Carmen.Besos.

Eva

Pandora dijo...

Precioso, tan difícil y tan imprescindible, Ana. Un abrazo grande, Eva.

Anónimo dijo...

Solamente Alguien enamorada del todo puede escribir de esta manera.

Aunque sabeis que llevo a Gloria siempre conmigo, gracia por evocarla.

Un Saludo. moy.