Atisbado, presentido, el horizonte apenas vislumbrado
Interrumpido por el quicio
Por la geometría exasperante de la alcoba
Por la quietud cerrada del cuerpo
Por la superficial des inquietud de la actitud
Ácido el verde que agobia la estancia, estrechándola hacia dentro
hacia un lecho gélido de blanco des conyugal
La mirada perdida, como si el horizonte no le compitiera
Como si lo de fuera no le perteneciera
Dejándola a solas con esa inquietante serenidad
sin horizonte.
PD: Parece que Hopper conocía cómo pueden setirse tantos jóvenes en estos tiempos.
1 comentario:
Y no tan jóvenes... Muy buen trabajo Mj.
Publicar un comentario