INVIERNO
Espuma sin sal emana del cielo,
el frío eriza la piel del mundo
con su teología consumista
de navidad multitudinaria.
La víbora bobina me estrangula,
y hasta mi abuela me abriga
con mantas que perdieron la memoria.
La escarcha contrasta con el radiador,
las persistentes meadas se suceden
(cosas de la helada, imagino).
El norte, parece aun más norte.
1 comentario:
Estoy de acuerdo con Pedro, tienes material más que suficiente para tener tu propio Blog y enlazarlo aquí, siempre que no dejes de ponerlas aquí también, claro está... ;-). Dice Eva que a Moy se le da la poesía y a mí la narrativa, y yo digo que a tí las dos cosas.
Un abrazo y taelmiercole
Antoñín
Publicar un comentario