domingo, 3 de agosto de 2008

Una más...

En el telediario de las tres lo oí,
lo que confirmó mi certeza,
porque una noticia así
ni se improvisa ni se inventa.

Ha sido visto en la bodega,
un murciélago de grandes proporciones,
al que hay que atrapar
con premura y por cojones.

Dicen que no es nada común,
algo más bien diferente,
de ahí la necesidad
de cogerlo tan urgente.

Hasta allí corrí con prisas,
para encontrarme un animal
normalito, más bien de risa,
desde luego nada descomunal.

Con delicadeza lo atrapé,
y entre mis manos lo retuve,
y con una sonrisa comprobé
su ternura y timidez.

Desde entonces no veo noticias,
al televisor no le quito ni el polvo,
prefiero salir al jardín
y cobijarme bajo el toldo.

Allí a la sombra abro un libro,
y me sumerjo en sus palabras,
acompañado de un buen vino
o en su defecto, un vaso de agua.

2 comentarios:

Escuela de Letras Libres dijo...

Pues te ha quedado apañado, la sociedad protectora de murciélagos te lo agradecerá.

Un abrazo,


jose maría

JUAN dijo...

Lo que no dices es si ha surgido algo entre el murciélago y tú.

Estás hecho un jibia,haciendo la tarea por partida doble.

Un abrazo