viernes, 3 de agosto de 2007

Uruguasho...

Este es el escrito que me salió ante la proposición del grupo de escribir algo todos a la misma hora del pasado sábado. Me cogió liado, como podeis ver, pero eso no me impidió hacer mi tarea. Ya sabeis que estas son las únicas tareas escolares que he hecho con placer en mi vida...bueno, casi las únicas tareas que he hecho, a secas....jeje. Un beso a tod@s.






Ya son las ocho menos cuarto. Hemos quedado a las siete y este hombre que no viene. Como tarde un poco me va a estropear la conexión telepáticoliteraria con mis compis.

Las ocho menos tres minutos. Suena el timbre. Dejo el folio y el bolígrafo sobre la mesa y me aproxímo a la puerta. Al abrirla aparece Juan Alberto, el contratista de la obra que mejorará la estética de mi patio pero que empeorará la estabilidad emocional, la siesta y los nervios de mis sufridos vecinos. Me da las buenas tardes con su inconfundible acento. El otro día le hice un comentario acerca de éste, le dije que me gustaba su deje argentino. Lo dije solo por agradarle. Se puso serio y para mi sorpresa demostró que nada más lejos de la realidad. No le gustó nada mi comentario. Frunció el ceño y me contestó:


- Uruguasho…soy uruguasho, no argentino.
- Ah… perdona, yo creía que…
- No te preocupás, a todos les pasa, pero soy uruguasho… no argentino.

Entonces caí en la cuenta, si hubiera sido argentino le hubiera conocido en una consulta de psicoterapia, pero Alberto es contratista de obra.

A raíz de este comentario recuerdo el chiste del que va a comprar dentífrico:
- ¿Tiene pasta de dientes?
- Colgate
- Ah… ¿Vos también sos argentino…?

Alberto comienza a hablar enseguida de la obra de remodelación. En otras circunstancias me hubiera centrado exclusivamente en sus comentarios, pero hoy intento dejar las antenas de mis conectores extrasensoriales abiertas a la red telepática de letras libres. No se si lo estoy consiguiendo. Hace un calor espantoso, y parece como si el calor llegara a dilatar las ondas telepáticas, como en su día lo hiciera con las ondas sonoras en cierto Cedefo de Alcalá. La temperatura me embota la conexión. Se me desvía la atención telepática. Entra un pensamiento interferencia. Solo veo a un niño poniéndome pipando con una enorme pistola de agua fresca. Sacudo la cabeza para sacar la interferencia del circuito y Alberto me mira extrañado. No deja de hablar pero lo hace ahora muy lentamente con un gesto de extrañeza en la cara. Seguro que está pensando que me estoy volviendo loco, el pobre.

A ver, otro intento… omm… omm…
-¿Y cómo querés la shaga?

Despierto de mi intento frustrado y el argentino sigue enfrente… ¡El uruguayo, leche, que nunca me acuerdo!
-¿Qué shaga?- le contesto yo.

-La shaga, el espasio que dejás entre losa y losa… ¿Me entendés? ¿Estais mareado?
-Ah… sí… la llaga… no, no estoy mareado. De un centímetro, ¿No?
-Eso es mucha shaga, te lo pondré de seis milímetros.

Sigue hablando de curiosidades técnicas acerca de la obra que a mi entender son una pura demostración de conocimientos para dejar claro quién es el que sabe de esto. Lo consigue. Digo a todo que sí con expresión de admiración y asombro. Le hago ver que me tiene en el bote. Le doy su sitio y esto me deja unos segundos para intentar de nuevo la conexión… omm… omm…

¡Conexión establecida! De pronto pasan por mi mente algunos de los datos recibidos… a ver… una playa… mucho calor… una clarita… niños… ya dudo de si son mis compis o son interferencias… lo intento de nuevo… pinos… una jaula… ¿una jaula? ¿qué coño hace aquí una jaula? Bueno el martes me enteraré.

-…y la puerta de una altura de ciento noventa centímetros… ¿Me escuchás?
-Sí, sí, perdona… es que me duele un poco la cabeza. Lo siento.

Seguimos con los datos de la reforma y al rato nos despedimos. Se aleja de la puerta hacia su coche muy seguro de sí mismo y satisfecho de las explicaciones que me acaba de dar. Buen tipo este Juan Alberto.


Antoñín

2 comentarios:

M.Luz dijo...

Y esto me recuerda el chiste de tip y coll del paraguayo:

- Hola soy paraguayo y vengo para pedirle la mano de su hija
- PARA QUEEEEEEE?
- paraguayo

Muy bien plasmado ese momento toñin, me habeis trasladado cada uno a vuestros microcosmos del sabado a las ocho. la idea es genial

Raquelilla dijo...

Y a mí se me ha venido a la mente otro chiste:
Un niño entra en una tienda y le dice con un aparato en los dientes:
-¿Mde da un palrjanke de pipas?
A lo que el dependiente responde:
-¿Un paquete de qué???
Ra