lunes, 29 de junio de 2009

De resina lagrimado


Árbol techo
Árbol hada
Alzas tu copa risueño
De resina lagrimada

Árbol búnker
Árbol chozo
Aire fresco en la solana
Aguarrás para rutinas
De lágrima resinada

Ritual de mil y un chocones
Dormitorio sin un lecho
¡Las camas pa los cochinos!
Para mí tus sensaciones

Horizontes apagados
Frentes claras encendidas
¡Las camas pa los cochinos!
Junto a abuelas consumidas

Árbol chozo
Árbol mozo
Árbol sin osa menor
Árbore mágic das meigas
Baje a nosotros tu imperio
Y súbete al tuyo as bestas

Moito galego e pouca lume
Mais non nos falta calor
Es lume da nosa frente
Lume dos nosos avós

Árbol pozo
Árbol de helio
Ilusiones voladoras
Zeppelines de palabras
A poniente su derrota

Árbol tarta
Árbol dulce
Árbol cielo
Árbol castillo

Mallorquines y argelinos
Murcianos y cordobeses,
Libaneses, valencianos
Marineros, genoveses.

Mirad por vuestros jardines
Segad la mies con cuidado
Vigilad los tendederos
Los dedos de las estatuas
Los toldos de los mercados

Patrullad por vuestros prados
Buscad si tenéis visita
De un cuadernillo aliñado
Con deseos e ilusiones
Bajo la lume de un árbol.

Árbol techo
Árbol hada
De resina lagrimado.

domingo, 28 de junio de 2009

LO SOÑÉ ...???

Entre noche y noche,
me embrujó el tanteo
de las sombras de los cuerpos.
Las palabras enterradas
bajo los silencios.
Lo sutil de las miradas.

Los secretos arropados
por los sacos muertos
y como testigo mudo,
el cielo por el suelo.

Rostros sin cabezas
que jugaban a esconderse
por entre las puertas
de un árbol inexistente
que tenía por raíces
unos brazos hambrientos.

Y entre juego y juego
una sonrisa apareció en el cielo.

Llegado al árbol gritaré:
Por mi y por todos mis compañeros¡¡¡¡

Noche Bruja

Al fondo el rumor del mar
la luna peinando ansias
las cigarras entonando sus cánticos
un castillo en el horizonte
una lumbre mágica que cumple deseos
un árbol que cobija del viento
una música suave, aterciopelada
y unos amigos que comparten la vida...

El conjuro está servido

sábado, 27 de junio de 2009

Noche cómplice

Momento sin esquinas
Sin pasado sin presente
Ausente de mi yo que me ubica,
me encaja
me fatiga
vivo a ras de agua,
sorteo las olas
no busco certezas,
me dejo vivir… vivo.

Para todos, gracias.
para que continue la complicidad en las palabras...
Fita

jueves, 25 de junio de 2009

VIAJE A LA ESPESURA



Ascendiendo por negras serpientes sinuosas, lejos de la húmeda planicie en la que el queso camembert de viviendas acosadas, aisladas y enjauladas sigue derritiéndose para extenderse de forma desigual por sus costados, fagocitando la vida. Entre el llano y los pétreos macizos que nos observan, sin que una sola partícula se desprenda de sus brazos, la campiña reverdece y se engalana de ejércitos de sumisos girasoles, ya rendidos ante el rey de la tarde, franqueada por un manto de otoñal trigo dorado que el aire mece y acuna sesteando la modorra de la calurosa tarde. El horizonte, recortado sobre si mismo, se adorna de recios alcornoques, de amargos almendros, de frágiles madroños. Lentamente nos tiende una interminable guirnalda de formas, de cantos, de aromas... de vida, para albergarnos en su esmeralda espesura. Y es donde el horizonte deja de ser horizonte, cuando los senderos y veredas se descubren a nuestro paso suplicándonos que pisemos los profundos surcos que el llanto del invierno ha grabado sobre sus estrechas espaldas. Aquel que las lágrimas han surcado más profundamente se abre ante nosotros, descendemos por su irregular lecho. Al fondo se alza escondida, como si no quisiera ser descubierta, una humilde y acogedora casa blanca abrazada por rosas, pensamientos, dalias, geranios, hierbabuena, aspidistras, laurel, higueras, hierbaluisa, adelfas, ciruelos, pasionarias… vida abrazada por otras vidas. Cómo me gustaría que en este viaje vosotros, sí vosotros, nos hubierais acompañado para rendirnos juntos al baile de viejos alcornoques transformados en sabias matriarcas gitanas vestidas con sus largas batas de cola, para extasiarnos dejándonos empapar por los jirones de viejas historias de mirlos, y de ramas, y de manantiales, y de los juegos y batallas infantiles libradas en este hermoso escenario de cuentos, donde cada roca, cada árbol, cada flor, cada sombra forma parte de otras vidas. Vibrar juntos ante la energía que late atrapada entre los montones de piedras de los derruidos muros, que un día fueron casas y a las que hace tiempo abandonaron sus moradores. Llorar, llorar con lágrimas de primeriza parturienta, ante el sobrehumano esfuerzo que realiza un ser vulnerable y frágil en su empeño por preñar la tierra con su más amado y doloroso tesoro de vida nueva. Y reir, y balbucearnos calladamente lo vivido para adentrarnos más y más en la maleza de los otros. Y descubrirnos cristalinos, frescos, como agua recién nacida de las entrañas de la tierra. Sutilmente la gasa índigo se despereza y el guardián de la noche no se hace esperar, legal con su cometido enciende con nácar marino los farolillos del universo para que esta noche duerman en nuestros cansados ojos. Cómo resistirse a su etérea hermosura, a ese alargar la mano para rozarlos, a su imperceptible deambular por las redes celestes, ¡¡imposible dormir entre cuatro paredes!! Los cuerpos extendidos sobre la tibieza colorá de la terraza, las pupilas despiertas como acechantes ojos de búho, nuestros perfiles y márgenes difuminados más allá de los bordes que nos contienen. La princesa de la noche nos acoge serena, cálida, majestuosa, nos besa la frente. ¡Empieza el espectáculo! Nos rendimos a su embrujo, y fluimos con ella… somos éter.

Berta

Presentación cuadenillo

La Escuela de Letras Libres os invita a la presentación de su cuadernillo, este año con textos que giran alrededor del término Aguarrás. Los componentes del taller literario harán lectura de sus textos en el local de la asociación El Tendedero en Chiclana de la Frontera (Calle Arroyuelo, 21) el próximo viernes a partir de las 21.00 h.

http://redeltendedero.wordpress.com/


miércoles, 24 de junio de 2009

Memoria de viaje: Cortes de la Frontera



Al regreso,

un paisaje ocre,

dominado por girasoles,

va filtrando imágenes de días pasados,

de momentos inolvidables.

La mirada interior va saltando

entre la belleza asesina de la adelfa florecida,

adornando jardines, coloreando veredas,

hacia el verde sucio del alcornoque despellejado.

Y en el oído,

la estridente chicharra,

que es como un moscardón enorme,

y sonidos de pájaros,

desconocidos e insomnes,

invitan a imaginar parajes remotos

del pasado más salvaje.

En las horas más tórridas,

nos hacemos eco de aquellas palabras milenarias

que nos advierten que el calor se vence con la quietud,

a la que nosotros añadimos interesantes tertulias

y manjares de la tierra,

elaborados por manos expertas.

Niños jugando, bebé riendo, mamás atareadas....

y el cerebro inquieto:

¿por qué a veces es tan complicado salir corriendo?

Arañas espeluznantes, ratones descarados,

tímidas lagartijas e insectos inexplicables;

paredes encaladas y montañas huecas por todas partes...

No mires a lo lejos, que todo está aquí al lado.

Las ruedas giran,

el coche no para,

y en lo más profundo del cerebro,

aún bailan las estrellas,

jugando a quebrantar su inmovilidad eterna,

recordándonos que también el mundo avanza.

En mi mente,

la certeza de que todo fue bien,

nunca llegó a faltar la cerveza.

El viaje no termina cuando se deshacen las maletas,

sino cuando se olvida.

A PUNTO...

A punto de parir
Ya ha roto aguas

A punto de llorar
Ya lagrimea

A punto de brotar
Ya tiene yemas

A punto de bullir
Ya reverbera

A punto de gritar
Ya desespera

A punto de llegar
Tras larga espera

Todo está preparado
Todo está listo
Lo que había que hacer
Ya se ha previsto
Nada se ha improvisado
Todo está escrito
Nada puede fallar
Todo está… A PUNTO


genialsiempre

viernes, 19 de junio de 2009

YA....

Ya no me acunas entre tus dedos
Ni te duermes en mis laureles.

Ya las palabras
no se hacen agua en nuestras bocas.

Ya no me despiertan
tus bostezos
ni te animan
mis alientos.

Ya tu barco no me trae
a un marinero de caño.

Ya no estás aquí
para olvidarte.

jueves, 18 de junio de 2009

Costura


Enhebrados,
Hilvanados de abrazos
Descosidos,
Desatados de besos
Te llevo todavía
Y te tiemblo y te tiento y te siento
y ya eres tiempo

Ay amor mío

Aspirarnos desde las ingles abiertas
Babosearnos las bocas
Sudarnos los deseos del uno al otro

Y permanecernos

Fita








NO HAY CAIDA QUE POR BIEN NO VENGA

Ayer fue la presentación del libro "País" de Porlant en el siempre mágico "tendedero" de Chiclana.
La ocasión nos ofreció, además de escuchar de viva voz los poemas de este libro, el cortometraje "Las cajas de España", documental que relata las peripecias de las obras de arte español por salir ilesas de la tremenda guerra civil que asoló a este país, metidas todas ellas en unas cajas parecidas a ataudes.
Y como es costumbre en mí, atontada estaba yo entre el sonido de la voz de Alberto, las imágenes del pasado dentro del corto y el amor, que me tiene ciega, no tenía yo otra forma de demostrar mi entusiasmo que revolotear me por todo el suelo del tendedero, a la luz de la luna, que me tiene más ciega que el amor, por culpa de un escalón mal puesto y mal visto, y acabar en el suelo con la rodilla y el brazo destrozados después de la gran caída.
Pero como a todo hay que sacarle lo bueno, que para eso soy como soy, y los mil ojos que me rodearon en el gran momento, pasmados por la sorpresa, me echaron a la vez mil manos de ayuda, me quedo con las risas que luego nos pegamos a costa de mis payasadas, eso sí, con un estilo y un glamur bárbaro que tiene una para caerse...y con unas piernas...
Hacía tiempo que no me reía tanto conmigo misma y de mi misma. Y aquí estoy, con la pata tiesa y sin poder montar en bici, que en el fondo es lo que más me jode. Bueno, eso y que ya no me puedo poner de rodillas. No hay caída que por bien no venga.
Pero no os vayais a preocupar que estoy perfecta¡¡¡
Hasta la próxima caída

miércoles, 17 de junio de 2009

Paranoias mentales

Siempre he pensado que, con respecto al término de nuestros días por este mundo, lo realmente importante no es el “cuándo” ocurrirá, sino el “cómo”.

Dejo un par de ejemplos como ilustración.

(Todo no va a ser jijiji jajaja).


1º Caso:


–Mire usted, señor, yo me encontraba tan tranquilamente desayunando en mi casa, solita como siempre, cuando de repente aparece por el otro extremo de la mesa, asomando la cabecita por encima de un periódico viejo que allí había, uno de esos bichos tan asquerosos y que tanto repelús me dan. Y claro, qué iba a hacer yo; agarré con fuerza la tabla de madera de cortar el pan, que era lo que más a mano tenía, y me lié a testarazo... ¡toma, toma, y toma, cucaracha inmunda, para que no vuelvas más por aquí!... bueno, no vea, un numerito, que allí la dejé con la cabeza destrozada y chorreando esa cosa viscosa y repugnante que esos bichos echan cuando se les aplasta. ¡Qué fatiga me dio! ¿Comprende usted, verdad?

–¿Tiene el señor fiscal alguna otra pregunta para la acusada?

–Sí, señoría, una más. Señora Bermúdez, ¿amó usted alguna vez a su marido?

–Perdón... no entiendo... ¿marido?... ¿qué marido?

–No hay más preguntas.


2º Caso:


Tras tantos meses postrado en la cama, sin poder moverme ni decir media palabra, prácticamente se puede decir que acabé habituándome a la situación, por lamentable que pudiera parecer. No cabe duda de que para ello contribuyeron aquellas dulces manos, tan suaves y delicadas, que con tanto primor me atendieron durante mi convalecencia, supongo que de alguna joven enfermera, pero que yo, en mi imaginación efervescente, colocaba al extremo del ser más bello, ardiente y sensual que jamás pudo existir. Y no debía ir muy desencaminado, porque pocas personas son las que realizan su trabajo de forma tan entregada, siempre acompañada de sublimes melodías amenizando nuestros encuentros, y sin faltarle fragantes aromas a rosa y jazmín que me erizaban los bellos del alma cada vez que se me acercaba, porque los otros no había quien los moviese.

Nada que ver desde luego con la arpía de mi mujer y el infierno que me hizo pasar durante los últimos años que pasamos juntos, antes del accidente. Siempre agradecí que no prolongase mucho sus visitas, total para qué, continuamente discutiendo con los médicos... Hasta aquel día, el último. Recuerdo perfectamente las palabras del doctor... las últimas que oí en mi vida:

Efectivamente, señora, tenía usted razón; aquí tenemos el testamento vital de su marido. Todo está en orden, el juez ya ha dado su permiso. Así que por nuestra parte no queda más que apretar este botón que apagará la máquina.

Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.”

Y yo me pregunto, ¿qué será eso del testamento vital?

martes, 16 de junio de 2009

Alberto Porlan en El Tendedero



Presentación del libro de poemas
P A Í S
de ALBERTO PORLAN (Escritor y director de cine)
Editado por Libros de la Herida
+
Proyección del cortometraje “Las cajas españolas”
Invita a la lectura el escritor Miguel Ángel García Argüez

Será en “El Tendedero” C/ARROYUELO, 21, CHICLANA, CÁDIZ a las 21’00 horas
(cerca de la antigua fábrica de Muñecas Marín)


Un autor de la talla de Alberto Porlan y un libro absolutamente imprescindible como País, será sin duda una hermosa ocasión para (re)encontrarnos y vernos y gozar juntos de un buen rato de poesía viva.
Si os apetece, por allí nos vemos.

Sobre el AUTOR:
Alberto Porlan nació en Madrid en 1947.Empezó ingeniería y terminó filología.Ha publicado tres novelas, Quasar Azul (Hiperión), Luz del Oriente (Mondadori) y Donde el sol no llega (Alianza) así como dos ensayos, La Sinrazón de Rosa Chacel (Anjana) y Los nombres de Europa (Alianza).País es su quinto libro de versos, tras Pájaro (Hiperión), Perro (Renacimiento), Peña (Premio Esquío 1999) y Pecados (Salamandria).Ha escrito y dirigido el largometraje documental Las Cajas Españolas.

Sobre la EDITORIAL:
En el año 2005 echó a andar desde Sevilla una aventura editorial independiente llamada Libros de la Herida [http://www.librosdelaherida.blogspot.com/] con la colección Poesía en Resistencia, donde, además del reciente País de Alberto Porlan, se incluyen los títulos: Todas las puertas abiertas de Pedro del Pozo, Compañero enemigo de Juan Antonio Bermúdez y La criminal pasión de poseer de Manuel Fernando Macías.
Libros de poemas para pensar el mundo, palabras que cuentan la herida abierta del vivir, su horror y su milagro.


lunes, 15 de junio de 2009

San Antonio florido

Una vez vuelta a mi Chiclana adoptiva, no puedo dejar de recordar mi Madrid natal del que he vuelto tan solo un día.
Este año me negué pasar este san Antonio aquí por motivos varios y,aunque con alguna pena, me encaminé en tren a la gran capital. Ya el viaje resultó ser peculiar por que en mis once años que llevo adoptada en este, mi pueblo, jamás el tren me entregó a Madrid con retraso. Y siempre hay una primera vez, por lo que llegué más tarde de lo pensado. Tardanza que fue compensada por renfe después de mucho llorar.
Una vez allí, el encuentro fue como esperaba ... familia, amigos y no tan amigos, se alegraban de mi vuelta, aunque no de mi regreso. El encuentro familiar fue de lo más peculiar puesto que nos juntamos todos los maruganes y pilíticos para celebrar el aniversario de mi madre. Revuelto que se convirtió en divertido a la segunda cerveza que se tomó mi hermana. Y emotivo en el primer regalo que abrió la doña, eso si, sin romper el papel de regalo.
Después de mucho beber, comer, reir y desreir no faltaron las buenas conversaciones y las buenas vistas. Nuestros ojos pudieron disfrutar de un Madrid real y almudenesco y muy campero. Pero,sobre todo, de un Madrid en fiestas.
Sin yo quererlo y sin acordarme, en Madrid se celebra también las fiestas de San Antonio de la Florida....todo música, arte, baile, gente,coloros, olores y mucha gente. Hacía años que no disfrutaba de ello por culpa del San Antonio de aquí. Y para colmo, la feria del libro.
No podía pedir más.
Bueno,sí. Reencontrarme con un viejo amigo, de esos que no se olvidan aunque la distancia y el tiempo se lo propongan.

Vuelta a empezar.

miércoles, 10 de junio de 2009

Atajo

He llegado hasta aquí
soltando lo vivido
Y tragándome el tiempo
que es distancia
y se va haciendo sustancia
pero sigo y
rebusco y
trato de recorrerte
y encontrarte
y llegarte
por un atajo
desde tú hasta mí.

Fita

viernes, 5 de junio de 2009

Aquí os dejo mi rincón para que lo incorporeis a la lista de seguidores....
se llama " El baúl de Calzaslargas"

Espero veros por allí

Besitos
Anatxu

miércoles, 3 de junio de 2009

La loca de la catedral



Yo la había visto como dos o tres veces cerca de la catedrá, mirando parriba, pegaíta a las casapuertas con la mano en la frente haciendo de visera, hasta que el solazo de la tarde la echaba y se iba pa otro lao. Otra vez la vi en la caleta, pobrecita. Al principio pensé que era una turista, pero después pensé… ¿tan mayor, sin nadie a su vera y de turista…? Qué miedo…

Cuando la vi hablando sola ya me di cuenta: esta lo que está es loca perdía, me dije. Me llevé varios días sin verla, pero al poco la vi otra vez en el mismo sitio, y ya hablaba pero señalándolo todo. Se colocaba en medio de la plaza y se ponía a hablar en su idioma, que dice la Charo que hablaba en polaco o portugués o algo así. Yo no he ido nunca a Portugal, ella sí, por eso lo sabrá. A Ceuta sí, allí he ido dos o tres veces a comprar mantelerías y cosas de esas. La Charo dice que Portugal es más grande que Ceuta. No para de decirme que vaya un día, que es precioso, pero… ¿qué hago yo en Portugal si ya no están las toallas tan baratas ni ná de eso?
Po eso, que la pobre loca se ponía a señalar con el brazo a to lo largo mientras no paraba con el chucuchú. Señalaba una torre de la catedral y chucuchú chucuchú, en su idioma. Señalaba las campanas, y dale con lo mismo, señalaba la puerta grande, esa que se descolgó con la explosión, y más chucuchú. To el plan suyo era hablar y señalar, fuera lo que fuera.

A mí me daba pena, qué quieres que te diga. Si hubiera estado hecha una pordiosera llena de churretes, po le habría dao algo o… yo qué sé. Pero se la veía tan límpia y tan escamondá… La siguiente vez que la vi me acerqué a ella. Estaba largando, como siempre, con el brazo estirao. Le dije: ¡Es bonita ¿a que sí?! , yo chillándole, pa que me entendiera, claro. Y la pobre me miraba sonriendo y otra vez con lo suyo. Yo seguí, por darle conversación a ver si se enmendaba esa manía suya. ¡Tres mil años tiene, tres mil! Pero por mucho que yo le chillaba no me entendía la joía. ¡La catedrá, mu antigua, del tiempo los romanos! Pero ná, chiquillo, que no había ná que hacé, la dejé por imposible.

Ayer la vi otra vez, pero pasó una cosa mu rara. Estaba yo mirándola y de pronto se le acercó sin mirarla una pareja de guiris. Al oírla la miraron y se le acercaron más. El hombre guiri llamó entonces a un grupo que estaba por allí desperdigao, y se fueron acercando poco a poco. Se ve que eran turistas de un barco de esos grandes del muelle. Mira, me quedé… Se formó un corro alrededor de la loca que ya ni la veía ni ná, ná más que veía su brazo estirao saliendo del centro y apuntando a las torres de la catedrá. De pronto se movió el grupo y se fue desplazando como un rebaño por to la plaza. Al rato se terminó to con un aplauso que espantó a las palomas. Los guiris se fueron desperdigando otra vez pero cada uno con una sonrisita la mar de graciosa. La loca se quedó sola, allí en el centro, sonriendo y contando un montón de billetitos de cinco euros. Cuando terminó y se dio cuenta de que yo la estaba mirando, se me acercó y me dijo mu bajito: Un buen pgofesional no debe estag ocioso cuando no tiene clientes. Y digo yo... ¿qué puñetas es ocioso? Lo que yo te digo, chalá, chalá, chalá der to, vamos. No ni ná.

lunes, 1 de junio de 2009

Vale ya de amores, coñiiii Un cuento, pa variá


Érase una vez que se era, en un lugar muy, muy cercano... aquí mismo, vaya, en el salón de mi casa; y en un tiempo nada, nada remoto... casi hace un rato, para que nos entendamos, ocurrió el hecho más sorprendente e inesperado de cuantos hechos sorprendentes e inesperados pudieran ocurrir; una cosa la mar de rara, que se dice, vayan vuesas mercedes haciéndose una idea.

Y como servidor de ustedes no es de esos que se guardan las cosas para sus adentros, que poco provecho viene a tener esa manía, pienso yo, pues me da el contar todo lo por mí oído, que no vivido, no se vayan a pensar. Porque resulta que esto tan extraño que paso a relatar inmediatamente, llegó a mi entendimiento a través de un pequeño pez, de esos de colorines, que vive en un estanque que corre por el lugar mencionado, de aguas verdes y transparentes, como luna de escaparate de El Corte Inglés, miren ustedes. Es bien conocida la sinceridad y honestidad que estos bichos ostentan, ya sea por lo memoriados que son, también de sobra conocido este detalle, o por lo avispados que resultan ante tantas nuevas experiencias que les acontecen durante sus prolongadas vidas. De ahí mi tranquilidad al exponer a sus mercedes lo que por su boca salió, líbreme el Altísimo y que me cuelguen por mis atributos de la rama más alta de este álamo que me cobija, si miento o exagero en algo de lo que diré a continuación. Y este punto debe quedar bien clarito, pues nada más lejos de mi intención que poner en entredicho mi intachable fama de persona honrada y bien dispuesta para decir verdad en todo asunto que se tercie.

Pues como decía, asomábase el pececito a través de estas aguas limpias, las mismas que en tiempos de antaño vieron surcar navíos imponentes en pie de guerra, que no vayan a pensarse que esto me lo contó también el susodicho pez, a tanto no llega su longeva existencia, no, de esto de las batallas navales de la antigüedad por las aguas que bañan el salón de mi casa vine a enterarme por unos escritos grabados en un gran pedazo de hielo que trajo la marea hasta la orilla más próxima al sofá, durante un día de aquellos de largo viento de poniente y calor sofocante. Que uno, aunque un poco despistado, también es instruido en el arte de las letras escritas, qué se creían, si no ¿de qué iba a estar tan bien mirado por el barrio?

Pues eso, que salió el animalito y ahí que me lo soltó todo, sin omitir ni una sola coma, con todo lujo de detalles, dejándome tan boquiabierto como seguro que quedarán todos ustedes, vaya que sí, si no al tiempo.

Y no quiero dilatarme más con tanta palabrería vacía, porque más de un espabilado pensará que nada tengo que decir, ya saben la de malpensado que anda suelto por el mundo, válgame Dios. No quisiera tener que repetir lo poco aficionado que soy a jugarme la credibilidad que me caracteriza y por la que tanto andan siempre buscándome en reuniones y demás correrías de amiguetes dispuestos a la charlatanería, quede claro el asunto.

Sin más dilaciones ahí va el tema, avisado han quedado más que de sobra, que conste, no me vengan después con aquello de “no me lo puedo creer” o “que me parta un rayo si eso es verdad”, les prevengo que soy de fácil enojar y de más rápido entrar al quite, que como me entere de que alguien pone en duda lo contado, no respondo de mi empuje, que también soy afamado por mi incontenible arrebato. Ya les digo que a las buenas soy como el mejor, pero cuando me tientan.... cago en Dios, qué me ciego, ¿eh? ¡Qué me ciego! Y me lío a mamporro con ‘to’ lo que se menea. Ahí queda dicho y avisado.

¿Qué iba diciendo? ¡Ah sí! Lo del boquerón ese, que ya se me va olvidando con tanto dime y direte. Pero es que tiene que ser así, si no después pasa lo que pasa. Y es que estas cosas de tanta enjundia para el día a día hay que hacerlas bien, o mejor no se hacen, porque para chismorreos ya están los demás, vuesas mercedes, que son gente de grandes entendederas, seguro que me comprenden, ¿no es verdad? Pues claro, si es lo que yo digo.

Bueno, antes que nada decir lo embobado que me quedé en viendo salir al pescado de marras como ya he dicho, porque sí, ya pasó de pez a pescado, no pude evitarlo, y es que lo de mi carácter de ‘echao palante’ no iba en broma, ¿qué se creían? Lo vi ahí tan brillantito y como metido en manteca que se conservaba el condenado, que daba gloria verlo, vamos, y me fue imposible aguantar el arranque de trincarlo, como se imaginarán. Y es que uno de esos entre dos cachos de pan y unas rodajas de tomate está que ni pa’qué te cuento.

A lo que iba, que se me va el santo al cielo...

¡Ahí va, la ostia, que me quedo sin papel para terminar este cuento!; ya estoy viendo por ahí la rayita de puntos que me dice que hasta aquí hemos llegado. Verán ustedes, que no es muy de mi agrado eso de alargar las historias, que ya me conozco yo al personal y sé de buena tinta que en cuanto ven más de cuatro palabras seguidas se echan a temblar, porque es así, qué vamos a hacerle. Pues no soy yo nadie en eso del calado humano, que me las pinto solito; más quisiera yo poder dar rienda suelta a mis saberes, y no por mí, qué va, sino por aquello de ilustrar al gentío, que buena falta le hace; ustedes se lo pierden, conste.

Pues lo dicho, que ya les contaré en cuanto pueda lo que me dijo el calamar ese.... ¿o era un renacuajo? Bueno, lo que sea, qué más da, que no soy yo de esos que gustan andar perdiéndose en detalles, qué les voy a contar que no sepan.

Por cierto, ¿conocen vuesas mercedes el cuento de la buena pipa?

DESPACIO......

Carniceros de sonrisas
que atraviesan con sus hachas
nuestras vulgares prisas...

Dónde vais tan corriendo????

Susurros ajenos
que salen nadando
de los llantos
de los gatos morenos
que caen rodando
rodando
por los tejados
con tejas que no son las de antaño...

Parad
y perderos,
perderos
por esos caminos de entuertos,
por esos senderos...

Pero antes
arrancadme los ojos
para que no pueda veros....

AMORES, AMOR...


y mientras ellas van socavando los aires

yo, como la espuma,

subo a tu frente y la ciño de plata.


Así, vagando acaso entre flores y láminas de sol,

bajo hasta las profundidades doradas de tu esencia malva y oro,

y te escarcho un pájaro donde a veces gime el viento,

donde algunas noches dormitan, casi en sueños,

tremendas tempestades que me convocan sagradas al rito y al incienso,

y despiertan los acordes,

y suenan los violines,

y se alzan altivos tus brazos de mar, hombre de tierra,

y con lluvia, salitre y sal

cantas al viento un beso tenue como el rocío

y celeste como el éter

…. sin fin
.
.
Berta