domingo, 23 de septiembre de 2007

Tomates pintones


Ayer pasé el día en urgencias con mi hermano. Había un gran bullicio de familiares, celadores, nervios... A mitad de la tarde entró un grupo de personas con una mujer mayor en volandas. La señora estaba muy mal, pero no soltaba una bolsa transparente de hermosos tomates pintones. Sobre una camilla la introdujeron rápidamente en una sala interior. Los pobres tomates quedaron desamparados sobre una silla de la sala de espera.
.
Antoñín

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta mañana entré en urgencias. Creo que mi hambre, mi escualidez y mi suciedad me delataron. Los celadores no consintieron en admitirme, tampoco me dieron nada para el mono que me mata por dentro. Menos mal que al menos hoy comeré algo. Sobre una silla había una bolsa de tomates maduros. He preguntado a la gente de quién eran y me han vuelto la cara. Po pa mí.¡Señores... salud y hambre, que pa comer ya buscaremos!

Escuela de Letras Libres dijo...

¿Alguien tiene or ahí un poquito de vinagre y sal?

El Pelao

Anónimo dijo...

¡Por fin dí contigo Pelao! ¡Devuélveme la guitarra, mamón! ¡Te perdono las gambas que tirastes al suelo... pero la guitarra dámela que me la dejó mi agüelo!

Er Paqui