martes, 2 de octubre de 2007

Sándia, la ciudad de las golosinas



"Aquella ciudad se nos presentó sin avisar. Una bandada de ruidosos aeropuertos nos recibió con graznidos de motores aturbinados. Sus habitantes se peleaban por recibir su ración de comida sobre calles empedradas de golosinas. Supuse entonces que éstos desgraciados seres no habían caído en agacharse y así chupar el dulce pavimento, pero al cabo descubrí que sus cuerpos eran rígidos e incapaces de doblarse. Sobre algunas aceras contemplé algunos esqueletos rígidos que una vez fueron víctimas de inútiles esfuerzos por levantarse de su mortal comedor. Las paredes estaban pintadas solo hasta la altura de la cintura"

A veces hacemos comentarios acerca de cómo influyen las circunstancias personales de cada uno a la hora de escribir un texto. He estado releyendo algunos ejercicios del taller de letras libres y me ha sorprendido éste en especial. No hacía mucho tiempo que me estaba recuperando de mi operación de hernia discal y Miguel Angel nos mandó inesperadamente un ejercicio de improvisación rápida en la misma clase. No hace falta ser psicólogo para detectar las consecuencias de aquella operación en este texto.

Antoñín

7 comentarios:

M.Luz dijo...

Me acuerdo de Sándia, de que había dos sándias, una en la que la gente vivía fuera de sus casas y no sabían por qué (seguramente porque a sus antepasados les habrían embargado por no pagar la hipoteca y el temor reverencial a los bancos se incrustó en sus mentes por los siglos de los id). Y otra la de la hernia discal, que veo yo que has dado en el clavo con el diagnóstico de lo que le pasa a la humanidad, claro, estamos tos operaos de hernia de disco, por eso estamos tan rígidos y no nos damos cuenta de que es la tierra la que nos da las golosinas. Tanto pedir limosnas a los politicastros. Como dice Rompetechos : nada, nada, a agacharse, a recoger tomates pintones.

Anónimo dijo...

Es verdad, recuerdo también esa maravillosa coincidencia de dos ciudades con el mismo nombre. Tu sí que sabes sacar la interpretación correcta de los hechos, Mari Luz. A veces me das la clave para entender lo que yo mismo he escrito.

Antoñín

Anónimo dijo...

Por cierto, espero que no faltes el próximo día. Te esperábamos en clase el pasado lunes.

Antoñin

Anónimo dijo...

Por cierto, espero que no faltes el próximo día. Te esperábamos en clase el pasado lunes.

Antoñin

garcía argüez dijo...

jejeje, pues yo me acuerdo de otro texto, también creo que consecuencia de tus altercados con el sistema sanitario, Antoñín, que era quizás menos metafórico que éste, pero mucho más cachondo... o no era así?jejeje
besos.
(Mariluz, faltona, jejeje)

Anónimo dijo...

¡Si!... Y ahora recuerdo también que la otra Sándia era la buena, la tuya Miguel Angel. La Sándia poética. La que nos dejó, como siempre nos dejas, anonadados. ¿Sabeis que producto puedo tomar para la memoria? No me gustaría q se me borraran tantos recuerdos agradables de aquellos días. Supongo que los que leen esto están esperando al curso para empezar a animarse a escribir algo por aquí. Si es así os animo a que lo hagais ya, así nos vamos rodando ya un poco.

Antoñín

Escuela de Letras Libres dijo...

Recuerdo el día que cada uno nos mostró su ciudad particular y mágica y tambien me acuerdo de la coincidencia del nombre y del abrazo colectivo del relato de Miguel Angel.

Y que a ver si nos mostrais un poco lo que andais escribiendo por ahí en el taller de narrativa a los que no podemos ir.

Eva.