martes, 5 de febrero de 2008
sábado, 2 de febrero de 2008
No me sale muy bien la tarea ultimamente pero quería dejaros algo también. Para mí es algo especial porque mis niños sembraron una almendra pelá y mondá y este año, por fin, es la primera vez que el almendro ha dado flores. Los almendros suelen crecer torcidos y no tengo ni idea de poda así que lo dejo crecer a su aire al pobre almendro, que estaría mejor en un campito pero como no tengo pues....
El martes que viene comienza un taller de poesía en la escuela de adultos de Chiclana, por si a alguien le interesa. Empieza a las 16:30, me han dicho que no hay problemas de plazas y es gratuito.
Os deseo feliz carnaval a todos.
jueves, 31 de enero de 2008
Nueva tarea para el día 13:
Escribir un cuento, relato,... ERÓTICO (vale de todo, que ya somos mayorcitos); el título es: Melocotón.
Pongo para el día 13 ya que la semana que viene no hay clase porque el profe se va de carnaval.
Feliz carnaval a todos.
Pongo para el día 13 ya que la semana que viene no hay clase porque el profe se va de carnaval.
Feliz carnaval a todos.
miércoles, 30 de enero de 2008
martes, 29 de enero de 2008
Cuando el cadáver de la abuela comenzó a oler mal, decidimos sin demasiados remilgos que abría que sacarla fuera de casa; bueno lo decidimos la mayoría ya que mi hermano Carlos siempre andaba buscando tres patas al gato, creo que estaba obsesionado
con la justicia, quizás por su condición de abogado o quizás fuese por algo genético ya que mi padre era un poco así como el. Tía Margarita decía que no pensaba gastarse ni una perra gorda en entierros, y mamá la apoyaba en todo lo que ella argumentaba. Yo no tenía opinión al respecto, no se si porque era muy joven o por que en el fondo nunca tuve las cosas demasiado claras. Así transcurrió aquella mañana calurosa de Agosto con todos los elementos climatológicos necesarios para acelerar aun más el proceso de descomposición del cuerpo inerte de mi difunta abuela.
Entre los tres, tía Margarita, mamá y yo sacamos a la abuela hasta el establo. Mi hermano se negó a colaborar, lo único que hacía era largar un solemne discurso que si mal no recuerdo versaba sobre autopsias y moralidad. Tía Margarita dijo que la mejor opción sería quemarla en el pajar, que eso no era malo, que ella había visto en la tele a unos curas color butano que quemaban a sus muertos para que no apestaran y para más INRI, les salía de balde y encima resucitaban, igualito que los nuestros, que de todos los enterrados solo resucitó uno. Mamá asentía mientras tía Margarita hablaba, bueno en realidad siempre lo hacía, parecía querer fortalecer más aun las teorías de su inseparable hermana con esos enérgicos movimientos de cabeza.
Fui yo el que ejecutó la doméstica incineración de mi difunta abuela rociándola con Varón Dandy, que era el único líquido medio inflamable que tenía a mi alcance. Mientras la abuela ardía en llamas como arden esos fundamentalistas a lo bonzo en plazas públicas.
Carlos no callaba ni a la de tres, su discurso cada vez se me antojaba más agrio, hablaba de moralidad y de civismo incluso de pecados capitales, parecía más un seminarista que un estudiante de derecho. Mamá y tía Margarita para colmo se arrodillaron y comenzaron a rezar una extraña oración. Aquello empezó a tomar la apariencia de una secta de supersticiosas, de esas que prohíbe la iglesia. El cielo se tiñó de negro, pero negro de verdad.
Los vecinos del pueblo empezaron a congregarse en la puerta de nuestra casa, la sirena de los bomberos se acercaba implacablemente, la guardia civil nos detenían a todos menos a mi hermano, que quedó automáticamente exonerado; que demonios le diría a los agentes.
Han pasado más de treinta años desde que sucedieron estos macabros episodios y todavía mi familia conserva el apodo de los demonios. Todos salvo mi hermano Carlos.
Antonio Fassa
con la justicia, quizás por su condición de abogado o quizás fuese por algo genético ya que mi padre era un poco así como el. Tía Margarita decía que no pensaba gastarse ni una perra gorda en entierros, y mamá la apoyaba en todo lo que ella argumentaba. Yo no tenía opinión al respecto, no se si porque era muy joven o por que en el fondo nunca tuve las cosas demasiado claras. Así transcurrió aquella mañana calurosa de Agosto con todos los elementos climatológicos necesarios para acelerar aun más el proceso de descomposición del cuerpo inerte de mi difunta abuela.
Entre los tres, tía Margarita, mamá y yo sacamos a la abuela hasta el establo. Mi hermano se negó a colaborar, lo único que hacía era largar un solemne discurso que si mal no recuerdo versaba sobre autopsias y moralidad. Tía Margarita dijo que la mejor opción sería quemarla en el pajar, que eso no era malo, que ella había visto en la tele a unos curas color butano que quemaban a sus muertos para que no apestaran y para más INRI, les salía de balde y encima resucitaban, igualito que los nuestros, que de todos los enterrados solo resucitó uno. Mamá asentía mientras tía Margarita hablaba, bueno en realidad siempre lo hacía, parecía querer fortalecer más aun las teorías de su inseparable hermana con esos enérgicos movimientos de cabeza.
Fui yo el que ejecutó la doméstica incineración de mi difunta abuela rociándola con Varón Dandy, que era el único líquido medio inflamable que tenía a mi alcance. Mientras la abuela ardía en llamas como arden esos fundamentalistas a lo bonzo en plazas públicas.
Carlos no callaba ni a la de tres, su discurso cada vez se me antojaba más agrio, hablaba de moralidad y de civismo incluso de pecados capitales, parecía más un seminarista que un estudiante de derecho. Mamá y tía Margarita para colmo se arrodillaron y comenzaron a rezar una extraña oración. Aquello empezó a tomar la apariencia de una secta de supersticiosas, de esas que prohíbe la iglesia. El cielo se tiñó de negro, pero negro de verdad.
Los vecinos del pueblo empezaron a congregarse en la puerta de nuestra casa, la sirena de los bomberos se acercaba implacablemente, la guardia civil nos detenían a todos menos a mi hermano, que quedó automáticamente exonerado; que demonios le diría a los agentes.
Han pasado más de treinta años desde que sucedieron estos macabros episodios y todavía mi familia conserva el apodo de los demonios. Todos salvo mi hermano Carlos.
Antonio Fassa
lunes, 28 de enero de 2008
Tarea con retraso
Perdonen mi tardanza al colocar la tarea de la semana pasada, con el lio de quién lo publica no me he puesto hasta hoy con el ordenador, asi que ahí va la tarea, para los que no pudieron venir y sobre todo para Benjamín, que sé por él mismo que la hace aun sin venir a clase: había que seguir una historia con este comienzo:
Cuando el cadáver de la abuela comenzó a oler mal decidimos sin demasiados remilgos que había que sacarla fuera de la casa...
Ra
Cuando el cadáver de la abuela comenzó a oler mal decidimos sin demasiados remilgos que había que sacarla fuera de la casa...
Ra
domingo, 27 de enero de 2008
LOS CAMINANTES
Ya marcharon todos los caminantes
con todas sus penas y sus velones
portando a muertos y pendones
hasta el inminente templo orante.
Ya marcharon todos los caminantes
con polvo y lodo en los pantalones
y escrito de llagas sus talones
como los pies de los anunciantes.
Camino del gélido cementerio,
con paso agrio y penitente
de moribundo de alto imperio.
Caminando con paso impotente
con horror al nuevo misterio
y con vida luctuosa y deficiente.
Ya marcharon todos los caminantes
con todas sus penas y sus velones
portando a muertos y pendones
hasta el inminente templo orante.
Ya marcharon todos los caminantes
con polvo y lodo en los pantalones
y escrito de llagas sus talones
como los pies de los anunciantes.
Camino del gélido cementerio,
con paso agrio y penitente
de moribundo de alto imperio.
Caminando con paso impotente
con horror al nuevo misterio
y con vida luctuosa y deficiente.
VASILI KANDINSKY
Descubriste un sinfín de almas
en tu accidental obra invertida.
Tu icono, el más espiritual
sin precisar de místicos seres.
Tu raya, tu punto y tu plano,
tu código interior, tu mirada.
Descubriste un sinfín de almas
en tu accidental obra invertida.
Tu icono, el más espiritual
sin precisar de místicos seres.
Tu raya, tu punto y tu plano,
tu código interior, tu mirada.
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