miércoles, 31 de marzo de 2010

Qué cosas

El día antes de aquello, le dijo a su esposa: "no te preocupes, cariño, suicidarme sería lo último que hiciese en esta vida."
No la engañó.
En efecto, fue lo último que hizo.

lunes, 29 de marzo de 2010

Poesía portuguesa

Como se ha estado hablando mucho de teorías y cuerdas y me voy a pasar unos días a Lisboa,os dejo este poemazo de una autora portuguesa,que viene ni que pintao, para que lo disfrutéis como yo.
Pasadlo bien esta semana santa y no beséis muchos pies y muchos mantos,jejeje.


Rosa Alice Branco, 1950. Poeta y ensayista Licenciada en Filosofía. Es investigadora en Comunicación y Arte. Obra poética: Animales de la tierra, 1988. Monadología Breve, 1991. La mano feliz, 1994. El último trazo del pincel, 1997. Del alma y de los espíritus de los animales, 2001. Animal volátil (con Casimiro de Brito) 2002.


El secreto de la materia

Tengo seis años y subo al ático,
por las escaleras que crujen
bajo los pies que vuelan en secreto,
crujen como la puerta al abrirse
hacia la luz filtrada de los temores de la infancia
donde espero un poco
por todo lo que me espera desde la eternidad.
Tengo siete años y la ceniza se confunde con la luz
depositada en el tiempo. Los cofres dan a ver el otro lado
del mundo disperso por el suelo a mi vuelta.
No son objetos sino el propio misterio de la existencia
que va pasando por mis manos
cuando tengo ocho años, cuando tengo ahora
el secreto de una puerta que se abre hacia la casa.
Recorro los caminos de la mesa, de la cama, de la chimenea,
las raíces de la casa son el ático
donde la luz toca en las manos el infinito.
Subo con los ojos espantados
y espero aún la aurora que me aguarda
aproximándose lentamente a su polvo.

domingo, 28 de marzo de 2010

Pensamiento del día

Si pienso tanto
es porque las almorranas
me obligan a sufrir en silencio.

Feliz semana... divinos pecadores.

Una canción... o mejor dos.




Calentito... Acaba de salir el nuevo disco de Jorge Drexler, "Amar la trama". Es una delicia, ya veréis. Por cierto, el próximo 28 de mayo dará un concierto en Cádiz, en el teatro Falla.

jueves, 25 de marzo de 2010

CUENTO DE LA CIUDAD DE LOS POZOS



Esa ciudad no estaba habitada por personas, como todas las demás ciudades del planeta. Esa ciudad estaba habitada por pozos. Pozos vivientes, pero pozos al fin. Los pozos se diferenciaban entre si, no sólo por el lugar en el que estaban excavados, sino también por el brocal (la abertura que los conectaba con el exterior)

Había pozos pudientes y ostentosos con brocales de mármol y de metales preciosos; pozos humildes de ladrillo y madera y algunos otros más pobres, simples agujeritos pelados y que se abrían en la tierra.


La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal y las noticias cundían rápidamente de punta a punta del poblado.


Un día llegó a la ciudad una "moda" que seguramente había nacido en algún pueblito humano. La nueva idea señalaba que cualquier ser viviente que se preciara de serlo debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior. Lo importante no era lo superficial sino el contenido.


Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de joyas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos se llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos.


Algunos más optaron por el arte, y fueron llenándose de pinturas, pianos de cola y sofisticadas esculturas posmodernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y de revistas especializadas.


Pasó el tiempo.....


La mayoría de los pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más. Los pozos no eran todos iguales, así que, si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que deberían hacer algo para poder seguir metiendo cosas en su interior.


Alguno de ellos fue el primero: en lugar de apartar el contenido se le ocurrió aumentar su capacidad de ensancharse. No pasó mucho tiempo antes de que la idea fuera imitada, todos los pozos gastaban gran parte de su energía para poder ensancharse para poder hacer más espacio en su interior.


Un pozo pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose desmedidamente, el pensó que si seguían hinchándose de tal manera se confundirían los bordes y cada uno perdería su identidad.


Quizá a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer, pero no a lo ancho, sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho. Pronto se dio cuenta de que todo lo que tenía dentro de él, le imposibilitaba la tarea de profundizar, Si quería ser más profundo debía vaciarse de todo contenido...


Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego, cuando no había otra posibilidad lo hizo. Vacío de posesiones, el pozo empezó a volverse

profundo, mientras los demás se apoderaban de las cosas de las que él se había desecho...


Un día, sorpresivamente, el pozo que crecía hacia adentro, tuvo una gran sorpresa: ¡adentro, muy adentro, y muy en el fondo encontró agua!


Nunca antes otro pozo había encontrado agua...


El pozo superó la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y, por último, sacando agua.


La ciudad nunca había sido regada más que por la lluvia, que de hecho era bastante escasa, así que la tierra alrededor del pozo, revitalizada por el agua, empezó a despertar.


Las semillas de sus entrañas brotaron en pasto, en tréboles, en flores, y en tronquitos endebles que se volvieron árboles después...


La vida explotó en colores alrededor del alejado pozo al que empezaron a llamar "El Vergel". Todos le preguntaron como había conseguido el milagro. Ningún milagro -contestaba el Vergel-, hay que buscar al interior, hacia lo profundo...


Muchos quisieron seguir el ejemplo del Vergel, pero desandaron la idea cuando se dieron cuenta de que para ir más profundo debían vaciarse. Siguieron ensanchándose cada vez más para seguir llenándose de más y más cosas...


En la otra punta de la ciudad otro pozo decidió también correr el riesgo del vacío...


Y también empezó a profundizar. Y también llegó al agua...


Y también salpicó hacia afuera creando un segundo oasis verde en el pueblo...


-¿Qué harás cuando se termine el agua? -le preguntaban.


- No sé lo que pasará -contestaba. Pero, por ahora, cuanto más agua saco, más agua hay.


Pasaron unos cuantos meses más antes del descubrimiento.


Un día, casi por casualidad, los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el fondo de sí mismos era la misma...


Que el mismo río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad del otro.


Se dieron cuenta de que habría para ellos una nueva vida.


No sólo podían comunicarse, de brocal a brocal, superficialmente, como todos los demás, sino que la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto:


La comunicación profunda que sólo consiguen entre sí aquellos que tienen el valor de vaciarse de contenidos y buscar en lo profundo de su ser lo que tienen para dar.

Jorge Bucay 

"Las estaciones" de Ricardo Molina

Para alegraros esta tarde gris y lluviosa...y para clamar a la primavera. La necesito aquí y ahora en mí, la necesito.

Ámame sólo como amarías el viento que nada sabe del alma de las rosas ni de los seres inmóviles del mundo... (Ricardo Molina)

Pensamiento del día

Poseo infinidad de defectos
y algunas virtudes.
Si aceptas los primeros,
podrás beneficiarte de las segundas.


No conviene olvidar que cada uno es como es.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Ya está aquí





Ya se va doblando la esquina, con los tobillos cuarteados de costra negra. Con su canasto apurgarado repleto de viscosas líbidos ahogadas en tormentas. Mira despectivo a "la otra" al cruzarse con ella. Así la llama: "la otra". Ella lanza desparpajos. Insulta con su alegría. Mueve las manos como claveles. Los rizomas se le suben por las rodillas y hacen huir a las lagartijas por su cintura. El sol se achara y le riñe con un cachete.

.


Corneta, toque a llamada de escotes.

martes, 23 de marzo de 2010

Cuentos a Lilith I

La historia de La Cabra
o El DIU de Melilla

Corres, subes, gritas,
silencio, shhhhhhhh,
silencio...
Ya estamos en Melilla:

"¡No puedes penetrar!"

- ¿Hola?

- ¡Hola, como en Barcelona 92, si señor!

- Perdona, qué dice ahí Pene... ¿qué?

- Penetrar, así hablamos los hombres verdes en nuestra isla, es un mandamiento de La Cabra, aunque algunos confunden la cabra con el macho cabrío, que debe ser el cónyuge de La Cabra, el que penetra, pero no se sabe cómo... Creo... No sé, en fin, hola, qué buscabas por aquí.

Me resultó curiosa la historia y reflexioné: por lo visto una vez que te penetran ya eres un hombrecillo verde y según parece no te das ni cuenta cuando te ocurre, ese macho cabrío debe ser bastante listo, pero... ¿Y esa "Cabra"? No pude más que atreverme a preguntarle de nuevo:

- Disculpe mi ignorancia, no soy de estas tierras, pero me ha entrado una enorme curiosidad por saber un poco más sobre vuestra "Cabra", ¿sería tan amable?

- Como dudarlo, no podemos negarnos a hablar de la Cabra, sería como negarnos a nosotros mismos: Los hombres verdes adoramos a La Cabra porque es la diosa madre y patria de todos nosotros - Dijo con un tono solemne y lleno de orgullo.

Parece ser que también estos hombrecillos verdes necesitan una madre para saber de dónde vienen, pensé.

- Suena interesante y perdone las molestias si le pregunté directamente por esa palabra del cartelito que hay junto a la valla, me llamó la atención porque en mi idioma no existe esa palabra.

- ¡Qué hija de puta extranjera de mierda!

- ¿Cómo?

- Mira - tocándose el paquete de forma grosera - ,digo lo que me da la gana y no te pases ni un pelo zorra, ni vayas de lista, nosotros tenemos un idioma propio y hablamos cabreaos porque así se nos exige como forma de reivindicar la autoridad de nuestros dioses.

- Entiendo...

- Y cuando no sabemos lo que hacemos decimos que se nos van las cabras y quedamos disculpados por el macho cabrío, jajaja -

Comenzando a reír como un poseído. Seguramente por culpa de ese macho cabrío, que debe inocular el don del olvido en estos pobres muchachos cuando les penetra, me dije para mí misma justo antes de ser sorprendida por una nueva amenaza:

- Así que ten cuidado no te vaya a meter un balazo de bienvenida para que sepas lo que es penetrarte a nuestro más puro estilo ¡Puta! - Escupiendo en el suelo como si pudiera inseminar la tierra con su saliva después del orgasmo que le producían sus insultos. - Pero eso sí, te vas a quedar sin ese premio porque sólo él tiene potestad para penetrar - Añadió.

- ¿Quién?

- ¡El macho cabrío!. Estúpida ignorante... No hay quien se pueda entender con estos incultos extranjeros, no entendéis nada: si todos penetraran nadie se acordaría de La Cabra, por eso los demás viven un régimen estricto y se vuelven impenetrables para el resto de los mortales. - Dijo con voz socarrona, aunque sin dudarlo continuó su discurso como si le encantara escucharse a sí mismo:

- No entiendo a qué coño venís a joder aquí, todos saben de sobra que estas ancestrales costumbres han trascendido incluso para permitirnos llegar a vuestras razas inferiores. Como es lógico pensar evidentemente, debido a nuestra insuperable superioridad, ante la cual...

Tuve que taparme los oídos, mientras gritaba al cielo para que ningún ave fuera abatida por sus improvisados disparos al aire, formando un gran estruendo que venía a suplir la banalidad de su argumento por su infantil bravuconería. Después temí que mi mirada empezara a cerrarse en torno a un sentimiento que no me pertenecía. Afortunadamente supe volver a mirarle a tiempo como el niño asustado que era. Desde entonces sus palabras comenzaron a sonarme tan pequeñas como su encogido corazón. Así, cuanto más insistía elevando el tono de su himno nacional, más me concentraba en sus imperceptibles latidos, aunque de repente también me sorprendía el ritmo de sus palabras y sus sílabas, disfrutando de la polifónica tonalidad de los sonidos que podía producir esa milagrosa forma de vida mientras él decía:

- Ante la cual todos vosotros debéis besarnos el culo por permitiros además un lugar para vivir en este mundo fuera de nuestras fronteras. Deberías saber que todas las religiones de los hombres se han basado también en esta sagrada teoría para ejercer ese prestigioso voto de castidad. Además, se ha extendido tanto entre las opiniones y creencias de los hombres que incluso han llegado a elaborar leyes de qué, cómo, cuándo, dónde y a quién se puede penetrar o no, ya que para los hombres es muy importante controlar este tema, ya te puedes imaginar el por qué putita...

Comenzaba a resultarme entrañable que me llamara de tal forma, de alguna manera parecía haberme reconocido y supongo que era lo más cercano a cómo podría definirme en su idioma. Por esto, quise corresponderle y amablemente le respondí:

- Muy interesante eso que me cuentas sobre los hombrecillos verdes, todavía no me puedo imaginar el por qué, quizás podríamos hablar en otra ocasión sobre el tema, pero antes de nada, y ya que sabes a lo que vengo, me gustaría saber cómo te llamas.

- ¡Ah claro que si! Estamos en tiempos de talante por orden del cabecilla de cabra de turno, así que podremos hablar largo y tendido cuando quieras, mi nombre es 5KTPGO5, te la hinco, guardián de la puerta de La Cabra. Jajaja.

- Encantado 5KTPGO5, mi nombre es Libertad.

- ¿Libertad? Nunca lo había oído antes ¿Significa algo?

- Sí. Me tomé una última pausa antes de ofrecerle todo mi amor en forma de una última frase:

- Significa que soy lesbiana.

Fin.

Creado y reeditado posteriorme por: Julio Cascobelo.

domingo, 21 de marzo de 2010

Pensamiento del día

Tengo un poder:
No siento apego por nada.
Esto me permite amar a todos por igual.


Que tengáis un buen día... y mejores noches.