martes, 23 de marzo de 2010

Cuentos a Lilith I

La historia de La Cabra
o El DIU de Melilla

Corres, subes, gritas,
silencio, shhhhhhhh,
silencio...
Ya estamos en Melilla:

"¡No puedes penetrar!"

- ¿Hola?

- ¡Hola, como en Barcelona 92, si señor!

- Perdona, qué dice ahí Pene... ¿qué?

- Penetrar, así hablamos los hombres verdes en nuestra isla, es un mandamiento de La Cabra, aunque algunos confunden la cabra con el macho cabrío, que debe ser el cónyuge de La Cabra, el que penetra, pero no se sabe cómo... Creo... No sé, en fin, hola, qué buscabas por aquí.

Me resultó curiosa la historia y reflexioné: por lo visto una vez que te penetran ya eres un hombrecillo verde y según parece no te das ni cuenta cuando te ocurre, ese macho cabrío debe ser bastante listo, pero... ¿Y esa "Cabra"? No pude más que atreverme a preguntarle de nuevo:

- Disculpe mi ignorancia, no soy de estas tierras, pero me ha entrado una enorme curiosidad por saber un poco más sobre vuestra "Cabra", ¿sería tan amable?

- Como dudarlo, no podemos negarnos a hablar de la Cabra, sería como negarnos a nosotros mismos: Los hombres verdes adoramos a La Cabra porque es la diosa madre y patria de todos nosotros - Dijo con un tono solemne y lleno de orgullo.

Parece ser que también estos hombrecillos verdes necesitan una madre para saber de dónde vienen, pensé.

- Suena interesante y perdone las molestias si le pregunté directamente por esa palabra del cartelito que hay junto a la valla, me llamó la atención porque en mi idioma no existe esa palabra.

- ¡Qué hija de puta extranjera de mierda!

- ¿Cómo?

- Mira - tocándose el paquete de forma grosera - ,digo lo que me da la gana y no te pases ni un pelo zorra, ni vayas de lista, nosotros tenemos un idioma propio y hablamos cabreaos porque así se nos exige como forma de reivindicar la autoridad de nuestros dioses.

- Entiendo...

- Y cuando no sabemos lo que hacemos decimos que se nos van las cabras y quedamos disculpados por el macho cabrío, jajaja -

Comenzando a reír como un poseído. Seguramente por culpa de ese macho cabrío, que debe inocular el don del olvido en estos pobres muchachos cuando les penetra, me dije para mí misma justo antes de ser sorprendida por una nueva amenaza:

- Así que ten cuidado no te vaya a meter un balazo de bienvenida para que sepas lo que es penetrarte a nuestro más puro estilo ¡Puta! - Escupiendo en el suelo como si pudiera inseminar la tierra con su saliva después del orgasmo que le producían sus insultos. - Pero eso sí, te vas a quedar sin ese premio porque sólo él tiene potestad para penetrar - Añadió.

- ¿Quién?

- ¡El macho cabrío!. Estúpida ignorante... No hay quien se pueda entender con estos incultos extranjeros, no entendéis nada: si todos penetraran nadie se acordaría de La Cabra, por eso los demás viven un régimen estricto y se vuelven impenetrables para el resto de los mortales. - Dijo con voz socarrona, aunque sin dudarlo continuó su discurso como si le encantara escucharse a sí mismo:

- No entiendo a qué coño venís a joder aquí, todos saben de sobra que estas ancestrales costumbres han trascendido incluso para permitirnos llegar a vuestras razas inferiores. Como es lógico pensar evidentemente, debido a nuestra insuperable superioridad, ante la cual...

Tuve que taparme los oídos, mientras gritaba al cielo para que ningún ave fuera abatida por sus improvisados disparos al aire, formando un gran estruendo que venía a suplir la banalidad de su argumento por su infantil bravuconería. Después temí que mi mirada empezara a cerrarse en torno a un sentimiento que no me pertenecía. Afortunadamente supe volver a mirarle a tiempo como el niño asustado que era. Desde entonces sus palabras comenzaron a sonarme tan pequeñas como su encogido corazón. Así, cuanto más insistía elevando el tono de su himno nacional, más me concentraba en sus imperceptibles latidos, aunque de repente también me sorprendía el ritmo de sus palabras y sus sílabas, disfrutando de la polifónica tonalidad de los sonidos que podía producir esa milagrosa forma de vida mientras él decía:

- Ante la cual todos vosotros debéis besarnos el culo por permitiros además un lugar para vivir en este mundo fuera de nuestras fronteras. Deberías saber que todas las religiones de los hombres se han basado también en esta sagrada teoría para ejercer ese prestigioso voto de castidad. Además, se ha extendido tanto entre las opiniones y creencias de los hombres que incluso han llegado a elaborar leyes de qué, cómo, cuándo, dónde y a quién se puede penetrar o no, ya que para los hombres es muy importante controlar este tema, ya te puedes imaginar el por qué putita...

Comenzaba a resultarme entrañable que me llamara de tal forma, de alguna manera parecía haberme reconocido y supongo que era lo más cercano a cómo podría definirme en su idioma. Por esto, quise corresponderle y amablemente le respondí:

- Muy interesante eso que me cuentas sobre los hombrecillos verdes, todavía no me puedo imaginar el por qué, quizás podríamos hablar en otra ocasión sobre el tema, pero antes de nada, y ya que sabes a lo que vengo, me gustaría saber cómo te llamas.

- ¡Ah claro que si! Estamos en tiempos de talante por orden del cabecilla de cabra de turno, así que podremos hablar largo y tendido cuando quieras, mi nombre es 5KTPGO5, te la hinco, guardián de la puerta de La Cabra. Jajaja.

- Encantado 5KTPGO5, mi nombre es Libertad.

- ¿Libertad? Nunca lo había oído antes ¿Significa algo?

- Sí. Me tomé una última pausa antes de ofrecerle todo mi amor en forma de una última frase:

- Significa que soy lesbiana.

Fin.

Creado y reeditado posteriorme por: Julio Cascobelo.

10 comentarios:

Julio Cascobelo Moreno © dijo...

Perdonen por dar tantas explicaciones luego, es sólo para que alguien que sea de fuera y lo lea por casualidades de la vida pueda entender el contexto en el que se escribió.

Pedro Estudillo dijo...

No sé si será el mejor, pero bueno es sin duda. Las explicaciones han ayudado a entenderlo mejor, pero sin éstas ya se sobreentiende casi todo el contexto, al menos lo esencial, el mensaje, que supongo que será lo importante.
Imaginación y libertad al poder... aunque pensándolo mejor, quién quiere poder.

Abrazos lésbicos.

Alinando (Antonio Díaz) dijo...

A mí particularmente no me gusta que se expliquen tanto los textos, quita libertad de interpretación al que lo lee. Por otro lado, tengo entendido que no son militares los que guardan las vallas de la frontera. También me ha sorprendido el hecho de que a la chica le "salve" su condición de lesbiana, como si la fuerza bruta tuviera remilgos por ello a la hora de hacer el bestia.

Julio Cascobelo Moreno © dijo...

Gracias por tu crítica alinando. Quizás debería explicar también que el soldado no hablaba con una chica, sino con una alegoría de la libertad, una libertad que es impenetrable, por eso la libertad es lesbiana en este cuento. Saludos.

Julio Cascobelo Moreno © dijo...

Uhm eso me hace pensar que aún me queda mucho por aprender a saber transmitir lo que deseo trasmitir, muchas gracias a los dos.

Julio Cascobelo Moreno © dijo...

¿O quizás es que simplemente haya gente que no me entienda? En fin... Le daré vueltas al tema...

Ricardo Mena dijo...

jajaja tranquilo chiquillo.
Te recomiendo que la próxima vez no te adelantes a explicar ni el contexto ni el simbolismo. Y ya en los comentarios puedes ayudar a quien se aleje del todo y sorprenderte con los que logren acercarse a tu forma de expresar (que no es lo mismo que trasmitir).

De todas formas es muy complicado que alguien más pueda captar la excata concepción de los mensajes que el autor envía, claro, si hablamos de textos de "doble caja" o "final revelador" como el tuyo.

Un abrazo fuerte fuerte.

Julio Cascobelo Moreno © dijo...

Aún sigo reflexionando sobre el tema... Cuando llegue a solución, ya te contaré.

Raquelilla dijo...

Estoy de acuerdo y en contra de las dos posturas, mira que soy rarita, jijiji.
Me ha parecido genial que hayas explicado el contexto en el cual has basado la obra y sus personajes, pero creo que te has excedido algo haciéndolo, ya que no dejas lugar a la "libre" elucubración del lector. Explica solo lo extrictamente necesario, lo demás déjanoslo a nosotros.
Por cierto, me ha encantado la parte en la que insemina la tierra con el lapo de insultos, jijiji.

Julio Cascobelo Moreno © dijo...

He editado el texto, creo que dos imágenes dicen más que mil palabras y queda más bonito. Saludos.