Negro el cielo,
noche tu pelo,
a tu noche vuelo.
Si no fuera por esta suave brisa la noche sería un infierno. Va llegando la hora y se que no podré conciliar el sueño. Hace días que no cierro los ojos verdaderamente. Este recuerdo me lo impide. Mantengo en mis retinas su imagen: su ceñido talle, sus delicados hombros,sus exuberantes senos reflejados en el espejo, su pelo salvaje, sus pequeñas y juguetonas manos, el desfiladero de sus muslos, su silueta toda.
No. No. No,otra vez no. Ahí estás de nuevo. No enciendas la bombilla junto a la luna; te da un tono crepuscular y me excita prematuramente. Ya no hay remedio, tu cuerpo es mi puesta de sol. No, por favor, no te despojes tan lentamente de esos destellos de trapo, no podré soportarlo una noche más. No te quites la camisa botón por botón,con esa dulce parsimonia. No la deslices así de suave por la seda de tu espalda, ni entornes tus delatores ojos mientras lo haces. No quiero mirar y no quiero dejar de hacerlo, no podré sofocar este incendio que me aguarda, no tengo escapatoria.
No vuelvas a bajarte la falda con esa delicadeza y con ese contoneo, siento que me prendo. No la dejes caer de esa manera tan sutil, tan desafiante, tenme lástima. Se que no sabes el fuego que me acosa, aún así no te acaricies el pelo; cuando levantas los brazos el valle de tus axilas me enloquece. No hagas eso, no catapultes tu melena, son tus cabellos como látigos de placer en mis entrañas. No, te lo suplico, no te lleves las manos atrás para quitarte el corchete del sujetador, otra vez has vuelto a acuchillar el espejo con los puñales de tus pezones. Un sudor frío resbala por mi cara, encharca mi ser y quizá no sea suficiente para ahogar este fuego incontrolable que ya arde en mi interior. Jamás volveré a dormir, lo presiento.
Por favor, no te agaches, no cojas lo que se te ha caído, déjalo en el suelo. No dibujes en el centro de este lienzo de deleite que tengo ante mis ojos el minúsculo triángulo de tus braguitas , en él me perderé para siempre. ! Tus manos¡, quisiera que fueran las mías, !mis manos¡, quisiera que fueran las tuyas. No te levantes, no, casi percibo el melocotón de tu culo con la yema de mis dedos. Aaah!, ¡qué noche!, esta brisa me trae tu perfume, me eriza todo.
Arriba,en el obscuro cielo, dos gaviotas pasean como cogidas del ala y una parece que va gimiendo como yo lo hago ahora mismo. No, no, deja tu dedo, no apagues aún la luz. No bajes la persiana todavía. Esta noche va a ser la noche más larga y yo no seguiré en esta maldita ventana espiándote como hasta ahora. Esas aves nocturnas me dan envidia, me dan mucha envidia. Haré como ellas, volaré a abrazarte.
Un saludo. moy
2 comentarios:
Po zi Moy, esto es mu erótico, y mu bonito y sensible como todo lo que escribes, y con el poema de arriba es que bueno, que me emociono y todo, y me trae recuerdos, claro, de la última vez que vi a mi padre, que tampoco se me olvidará nunca.
Y gracias a ti, a Miguel Angel y a todos los compis porque aprendo mucho con vosotros.
Eva.
Eso es mal de amor erótico, y lo demás es tontería pornográfica, jijiji
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