y todo volvía a la serenidad, asentaba mi cuerpo
en el mascarón de popa ( el patio de mi casa) y
me dedicaba sólo a mirar el cielo.
Mi hijo pequeño, como grumete merodeaba,
y en sus quehaceres seguía la estela de mi mirada,
y fijándose en la Luna me sorprendió diciendo que
se la estaban llevando.
Anta tanta ingenuidad no creí oportuno darle
explicaciones y con la misma simpleza con que me
preguntó, con un poema le respondí cuando se hartó
de mirar por su catalejo.
SU LUNA
Casi cayendo la tarde ,
ya claritas de la noche,
en su barquito pirata
mi niño otea el horizonte.
de dedos entrelazados
y ve de dunas, un cielo
de nubes desperdigado.
-¡Papá ,se llevan la Luna!
me dice,como asustado,
-¡mi Luna se están llevando!
Alarga su catalejo
separándose las manos,
una pegada a su ojito,
la otra casi a dos palmos.
-¡Papá ,se la están llevando!
las dunas se están tragando
a tu lunita lunera,
a la Luna de tu barco.
Y enfocando el artilugio,
roscando sus dos manitas,
ve que no son las dunas
las que raptan su lunita.
-No son las nubes,papá,
Seguro que no lo son.
Mira,es el viento quien la quiere
para alumbrar su casita,
su casa de caracol.
Como veis soy tan ingenuo
como mi hijo, haciendo poesía
de algunos momentos. No soy,
ni puedo, nada trascendental.
Un saludo. moy.
1 comentario:
Como no tenía que ser tuyo, Moy, como siempre tu poesía es encantadora.
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