lunes, 25 de octubre de 2010

Donde mueren las moscas



Sé que algún día me encontrarás desnudo
Tiritando pellejos y pómulos fríos

Sé que algún día será el brillo de mis ojos
El que a voces te diga mi nombre

Sé que los puentes no abrigan
Que la sal de los ojos no alimenta
Y que es rancio el sabor del olvido

Y también que algún día me encontrarás desnudo
Abrazando mis rodillas con brazos delgados

Tiritando pellejos y pómulos fríos
Con ojos hundidos en mares de brea
Allá donde van a morirse las moscas

14 comentarios:

Unknown dijo...

Donde mueren las moscas...que buen sitio para perderse y encontrarse.....o no..mejor, ni eso.
Me ha parecido maravilloso. Deberías ponerte en serio a entrar en el divertido juego de hacer de un puzle, un poema. Creo que tienes madera de lo que quieras.
Pero como siempre, es una opinión personal, nada más.
Me voy a leerlo otra vez.

genialsiempre dijo...

Me gusta eso de que "es rancio el sabor del olvido", lo qu eno sé ciertamente si es tan rancio...a mino me lo parece, mas bien agrio, amargo.... y creo poder afirmar que soy un entendido en ello.

Gitana dijo...

Y yo se que cuando quieres haces estremecer...la estampa no puede ser más visual.

Publica más cosas como estas por favor.

María Dolores dijo...

Me ha encantado y sorprendido a la vez. ¿Tú eres quién escribió: "Aún no soy poeta"? No tengo palabras para describir las sensaciones que me ha producido el poema y coincido con Anatxu en que tienes madera para todo.

Yo también lo voy a volver a leer.

Preciosa entrada para el comienzo de curso.

Loli.

Anónimo dijo...

allí entre las moscas brillará este poema...fita

Ernesto Laguna dijo...

Bueno, bueno...

Pedro Estudillo dijo...

Sencillamente genial. Bravo por Alinando que se ve que ya está calentando motores... o calentando la muñeca (la de la mano).

Alinando (Antonio Díaz) dijo...

Me encanta que os haya gustado, pero lo que más me abruma es pensar que todos y cada uno de los que habéis opinado sois poetas de la cabeza a los pies.

Ana, para mí tu opinión personal no es banal, te la agradezco mucho.

José María, yo no sé qué sabor tiene el olvido... o sí, pero esto es un poema (si es que se merece ese apelativo) y puedes imaginar al protagonista con mi rostro, con el el de un actor o el de quien se te ocurra, pero a este hombre que habla le sabe a rancio su olvido. Ese sería un buen debate en clase: si la poesía es siempre expresión de una experiencia personal, si el poeta puede abstraerse, si cabe en sus escritos la empatía...

Gitana... ¿Qué te digo...? Estremecer, que palabra tan tenebrosa y dulce a la vez.

Loli, lo que importa no es la madera, es lo de detro... La mina de lápiz. Tenéis razón, hay que ponerse y trabajar más con lápiz, boli o teclas, lo que sea.

Fita, tú sí que tienes arte. A ver cuándo ese libro de viajes poéticos.
Y Pedro, lo de la muñeca es muy ocurrente, pero eso de cansarla... suena un poco a onanístico... jejeje.

Abrazos y besos a todo@s.
Nos vemos prontito.

Carmen dijo...

Así me has dejado después de leerte...tiritando pellejos.

Pedro Estudillo dijo...

¿Cansarla? ¿onanístico?
¿Mandeeee?

Equilibrista dijo...

Este poema espeluzna :) Me gusta cómo has mostrado esa sensación, Alinando, y me gusta cómo suena la palabra brea (bien por haberla usado ^^)

Pedro, lo de que suena onanístico es una forma elegante de decir que suena pajillero... :) En todo caso, el poema de Antoñín es una buena paja (mental, claro, o poético-literaria, jeje)

El tema de cansar o calentar la muñeca lo dejo para que discutáis ustedes los matices xD

Cuenticiente dijo...

La primera sensación que he tenido me ha llevado a pensar en cómo los años de nuestras vidas limitan nuestra necesidad de amar para siempre.
En cómo la piel y los huesos que un día fueron la expresión de ese amor, llegan a convertirse en la cárcel terrible de un sentimiento tan joven y fuerte como en el principio.
Yo lo siento un poema desgarrador y muy triste.

Aunque conmovedoramente cierto.

Cuenticiente dijo...

La metáfora de "los mares de brea" es genial.

Raquelilla dijo...

Yo también me he quedao impregná y enfangá como los cochinos en ese suave mar de brea, dan ganas de hacer peleítas,jijiji. Los tres versos del final te han quedao con un ritmo espectacular.