Hoy como ayer
Un negro en New Orleans entierra sus esperanzas junto a su muda trompeta.
Baja el precio de la vida en Kandahar y Bagdad.
En los campamentos de Tinduf sufren la amnesia de la limosna humanitaria
El reventón de la burbuja inmobiliaria destroza la existencia a los de siempre.
El empleo ingresa de gravedad en
En el cementerio Highgate salen carcajadas de la tumba del viejo melenudo.
Miles de chamanes de todo el mundo se conjuran para agrandar el problema
Intervenir, refundar, regular, controlar, inyectar, avalar.
Ellos lo saben: la fórmula del Gatopardo seguirá siendo la adecuada.
JUAN
4 comentarios:
Es un texto arrojado a bocajarro a las hienas y chacales...
!Qué falta están haciendo que las palabras se hagan dardos...
Fita
Esto nos pasa po huevones!!, pero por lo menos alcemos nuestras voces de discrepancia, y si encima se hace con arte...¿quien va estar en contra?
José María
Me uno a tu grito a la desesperada, Juan. Se puede decir más alto, pero no más claro.
Tú debes de saberlo bien.
ole Juan!, que certero, has afinado mucho, uno de tus mejores textos. Pero la casualidad, me he acordado de una canción de brassens que se titula como tu texto y empieza diciendo : oye, ven, dame tu boca, mi fresa bonita, el alba ha llenado de fresas nuestro horizonte. Pues eso, por muchos mamones que manejen la economía nuestro horizonte siempre estará lleno de fresas. Un beso
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