viernes, 25 de julio de 2008

Barriada

Hoy te he vuelto a ver igual que ayer
Tus ventanas abiertas al levante
Las piezas de tela repicando en tus tendederos,
Rabioso el negro en tu pelo
y los arrestos en tu piel morena.

Hoy me miras altiva, ¿es que no ves
el rubor de tus paredes desconchadas?
Las firmas que salpican tus puertas,
los tiznones que escurren de tus fachadas

como los churretes en las caras de tus niños,
siempre jugando en tus manchones.
Bautismo de tierra y golpes
en las rodillas, sobre las piedras.

Y el ciclo que se repite:
Las charlas del gineceo,
Las disputas de maridos y mujeres
El bosquejo del rufián y el solitario,
El porvenir naufragado en la mirada
de esos muchachos que se sientan en tus bancos.

Hoy la he vuelto a ver.
Saluda, se esconde,
se consume, se derrite, se retuerce
como un niño en un útero de piedra.
En su burbuja de cemento y ladrillo,
a sí misma encerrada.
Se pregunta por el tiempo,
se santigua, mi barriada.

David
abrazos para todos

1 comentario:

JUAN dijo...

Que poema más bien estructurado, lo he leido tres veces y cada vez me ha gustado más.
Los poetas andais inspiradísimos.