jueves, 3 de junio de 2010

Esta cárcel

Anoche me casé con una araña. Me casé con ella y me convertí en Doña Tecla. No tenía salida. Caí en su trampa por curiosa. Me prometió comida y casa. Calor y compañía.
Ahoro sólo espero a un valiento roedor que,con sus dientes, rompa esta cárcel de amor...
Mientras la espera,tejeré un sueño y se lo dejaré de recuerdo.
Por los servicios prestados.
Por la osadía.

3 comentarios:

Pedro Estudillo dijo...

Esa araña no sabe lo que ha hecho. La araña femenina siempre es la que queda después de la cópula; así que osada sí que ha sido.

genialsiempre dijo...

Seguro que al menos has aprendido a arañar, entonces valió la pena

Anónimo dijo...

no te dijo tu mamá que las arañas pican...mi amor, hay que ser precavidos con los bichos...Pa araña, una misma. Fita