domingo, 29 de abril de 2007

Hola familia; que me perdone Lauren, (estoy de acuerdo con él, en lo de comentar antes estas cosas en el taller) pero como no se si voy a poder estar, os dejo esto para el miercoles; si os parece bien la comentais.

Me he fijado en la contranaturaleza.

Abrazos, y nos vemos.



M. Bashô, y compañía; de ser contemporáneos nuestros. ¿Se habrían adentrado por los siguientes caminos? De haberlo hecho, seguro que hubiesen dejado mejores huellas que las mías.


Ruge el motor de explosión:
ruido en los oídos,
y plomo en el pulmón.

El aura de la gran ciudad.
De carbono y plomo,
es su gris composición.


Penachos contranatura,
efluvios de polución;
chimeneas en acción.


Bosque inanimado,
troncos sin ramas;
chimeneas de hormigón.


Bosque inanimado
emitiendo hedor;
petroquímica en acción


Acido fluorhídrico,
Azufre, y ceodos;
neblina de contaminación.

Decibelios desbocados
entrando por los oídos;
la otra contaminación.

Juan Ma. 29/04/07

3 comentarios:

Raquelilla dijo...

Que buenos, Juan, alquimista pareces y me recuerdas los capítulos que estoy leyendo del taller de lectura: 100 años de soledad.
Ra.

Escuela de Letras Libres dijo...

Se te nota que además de sentimiento le pones compromiso social, tienen mucho sentido,Juan, y son hermosos.

Antoñín

M.Luz dijo...

y no solo son buenos sino necesarios, Juan, desgraciadamente, pero es así, este paisaje es mucho más cercano qeu el de los cerezos, habrá qeu dejar testimonio de nuestro tiempo o no?