lunes, 14 de septiembre de 2009

miradas

Contemplo como con sólo dos manos sabes dibujar un oasis en la arena y con unas cuantas letras reescribir infinitamente el mismo poema.
Escucho tus palabras como si fueran criaturas recién nacidas aunque ya tus ojos, lluvia de nácar, me lo habían contado mucho antes.
Y no tendré miedo si al cantar los gallos este paraíso no resultara ser más que un garabato bajo la luna, porque quizás el lento fluir continúe como si nada hubiera roto el misterio.

Eva

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso, Eva....no tengo nada más que decir.
Besos
Anatxu

genialsiempre dijo...

Ese lento fluir...que a tí te sale en tan magníficos textos.

José María

Equilibrista dijo...

qué bonito, eva... palabras como criaturas recién nacidas...

bellísimo, me alegra que hayas recuperado el ritmo de escribir y la inspiración, porque son un lujazo estos tres poemas, cortos pero muy profundos

deivid