viernes, 27 de enero de 2012

Juego inocente

     La mayoría de ustedes se preguntarán que cómo se puede jugar al escondite en el cuarto de baño de un piso; la respuesta es muy simple: a oscuras. Encierren a cinco o seis niños pequeños en un piso durante muchas horas y ya verán de lo que es capaz la imaginación infantil. Pues bien, ese fue mi caso; junto con mis hermanos y hermanas y, de vez en cuando, algún vecino, uno de los muchos juegos que inventamos para cuando no podíamos salir a la calle, consistía en escondernos en el cuarto de baño y, aprovechando que no tenía ventanas ni ningún otro hueco por donde entrase luz, el que se la quedaba entraba a oscuras y tenía que encontrar al resto y adivinar de quién se trataba a través del tacto. No es que existiesen muchos escondrijos en tan minúsculo habitáculo, pero siendo unos niños pequeños, nos apañábamos bien con los diferentes rincones que dejaban los sanitarios, el interior de la bañera y poco más. Era uno de mis juegos favoritos.
Recuerdo un día en particular. Me tocaba esconderme cuando mi colon me jugó una mala pasada: decidió que tenía que vaciarse en ese justo momento. Así que no me lo pensé dos veces, ni corto ni perezoso, y aprovechando el momento de oscuridad justo antes de que entrase la inocente víctima que tenía que encontrarnos, me senté en el inodoro en el más completo de los silencios. Segundo después, el inevitable “chof” producido por un sólido al caer sobre un líquido, delató mi posición y, de paso, acabó con el juego por ese día.
No lograba entender porqué se habían enfadado tanto conmigo.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Bueno, como era un juego con los sentidos, el del olfato, ese día, hizo uso de presencia. Podía haber sido mejor si hubiese habido algún sonido previo al CHOFF!!
Muy bueno y divertido, me he reído mucho.

Equilibrista dijo...

prrrrrrrrrrrrtttttt

muy simpático Pedro :) Me entran ganas de saber más cosas de los pequepersonajes de la historia

Dani7 dijo...

jajaja. Que bueno Pedro. El juego al final fue una m...
Quiero decir, bueno para ti y no tan bueno para los demás.

Me he reido mucho. Un abrazo amigo.

genialsiempre dijo...

Pero que cochino eras de pequeño, así no había quien jugase contigo

Alinando (Antonio Díaz) dijo...

jajaja... ¡¡Cagónnnn!! Menos mal que al menos acertaste con el sitio. Hay que ver las cosas que se nos ocurrían de chicos.

María Dolores dijo...

Me ha encantado Pedro.

Saludos,

Loli.