domingo, 20 de mayo de 2007

A este árbol


A este árbol

Árbol-casa, árbol-hierba,
árbol –vientos, árbol-piedra,
árbol-cobijo, árbol-arbolado,
árbol-alfombra, árbol-tierra.

Al fondo rumor de mar,
honda, rizando coplas de agua
en el verde acantilado;
sobre la cabeza, cante de vientos,
incesante, levante, poniente;
pausa para el “ay” más jondo,
pajarillos marcando el compás;
por un instante, brevísimo en su eternidad,
silencio de arena,
y vuelta a empezar.

Oleaje verde de tus ramas,
pies innumerables,
ebrios de luz, y agua, y aire,
árbol-mar, árbol-sal.

¡Cuántos amantes suspiraron ayer
bajo el íntimo manto de tus tiernos brazos!

¡Cuántos pajarillos musitan flores
de aire sobre el balancín de tus dedos verdes!

¡Cuántos niños cabalgan
a lomos de mil caballos, los tuyos,
por las infinitas praderas marinas
del más allá, para fantasía del corazón!

Y hoy, afortunados,
abrevamos en tus aguas cálidas,
bandada de poetillas,
rindiendo agradecido homenaje,
en quejíos de palabras,
al prodigio de tu estampa, de tu ser:
Árbol-marino, árbol-salud,
árbol-catedral, árbol-pino,
asolerado en este rincón de paraíso ,
quasi-atlántico.

Gracias.


Lauren



2 comentarios:

Escuela de Letras Libres dijo...

Gracias a Lauren por dejar que leamos su árbol por aquí, ya leí también el de Raquel en su blog y al menos os tengo de vez en cuando por aquí que llevo dos martes que no puedo ir y este martes puede que tampoco. Haré lo posible por llegar aunque sea tarde.

Eva.

Raquelilla dijo...

Realmente emocionante la dedicatoria al árbol cobijador y, sobre todo, alucinantemente brillante la forma en que nos lo dejó: envuelto en un sobre, colgando de una de las ramas.
Ra