jueves, 3 de mayo de 2007

Otra pequeña deuda que muy gustosamente
pago.
Este soneto lo pensé y pasé al papel
hace casi tres años, un día que en su salón vi a
mi padre ( fue almadrabero en Sancti-Petri)
con la mirada perdida y totalmente
ausente de todo y de todos. Llegué a pensar
que estaba en los inicios de una enfermedad
y no me equivocaba. Ahora, casi tres años
despues, toda la familia padecemos su Alzehimer.

EL VUEVE A SER ALMADRABERO con sus 80 años.

Y el soneto dice así:


SONETO A MI PADRE


Mi padre, de viejo y ojos perdidos
a veces en las luces de sus chanzas,
hipnótico de sueños ya vividos ,
es su salón canoso de añoranzas

se rumia el mar azul de sus olvidos
con sus ponientes largos y bonanzas,
sumido en sus ocasos coloridos
de rojo fuego y ocres; mezcolanzas.

Mi padre, joven relativamente
camina por la acera del pasado
de baldosa amarilla despintada

con su bastón punzando en el presente
y el alma, como su andar cansado,
buscando a cada trecho bocanada


moy Octubre de 2004

¡ Eva, anímate ! .
Quien guarda haya.
Sé que tenemos mucho que hayar en ti.
Déjate llevar.
Lo que más cuesta para salir, es lo que
al final más reluce y estoy deseoso de
que mis ojos cieguen.

Un saludo. moy

4 comentarios:

Escuela de Letras Libres dijo...

Moy, muchas veces he pensado que esto de la poesía es como parir, la verdad que a veces cuesta sacar las palabras afuera, como tú dices, y luego claro una vez paridas pueden brillar mucho, como las tuyas ahora. Esto me ha hecho recordar que una vez, hace tiempo tuve un padre que también enfermó y que aunque han pasado muchos años, le sigo echando de menos, aunque supongo que puede ser mucho peor echarle de menos teniéndole todavía. Muchas gracias Moy.

Eva

Raquelilla dijo...

Con lo poco que hablas en las tertulias, luego te explayas bien en tus poemas. Me ha encantao y he sentido el pesar de tu padre y el tuyo en carne propia.
Ra

Escuela de Letras Libres dijo...

No se si ser tan duro en mi comentario, pero lo hago desde la experiencia. A veces llega la muerte de un ser querido; se lleva sus recuerdos, sus vivencias, su mente... y se le olvida llevarse el cuerpo, pero es lo que nos queda de él y merece todo nuestro cariño y respeto. Un abrazo Moy.

Antoñín

M.Luz dijo...

Ese bastón punzando en el presente, es un verso iniciático, tu padre lleva en su mano la clave de su drama y el de su familia. Asirse al presente es una llave que abre un portal decisivo y cualquiera que respire puede hacerlo. Ojalá existieran técnicas de meditación para este tipo de enfermedades, seguro que las habrá, pero la medicina convencional no las contempla....