miércoles, 3 de junio de 2009

La loca de la catedral



Yo la había visto como dos o tres veces cerca de la catedrá, mirando parriba, pegaíta a las casapuertas con la mano en la frente haciendo de visera, hasta que el solazo de la tarde la echaba y se iba pa otro lao. Otra vez la vi en la caleta, pobrecita. Al principio pensé que era una turista, pero después pensé… ¿tan mayor, sin nadie a su vera y de turista…? Qué miedo…

Cuando la vi hablando sola ya me di cuenta: esta lo que está es loca perdía, me dije. Me llevé varios días sin verla, pero al poco la vi otra vez en el mismo sitio, y ya hablaba pero señalándolo todo. Se colocaba en medio de la plaza y se ponía a hablar en su idioma, que dice la Charo que hablaba en polaco o portugués o algo así. Yo no he ido nunca a Portugal, ella sí, por eso lo sabrá. A Ceuta sí, allí he ido dos o tres veces a comprar mantelerías y cosas de esas. La Charo dice que Portugal es más grande que Ceuta. No para de decirme que vaya un día, que es precioso, pero… ¿qué hago yo en Portugal si ya no están las toallas tan baratas ni ná de eso?
Po eso, que la pobre loca se ponía a señalar con el brazo a to lo largo mientras no paraba con el chucuchú. Señalaba una torre de la catedral y chucuchú chucuchú, en su idioma. Señalaba las campanas, y dale con lo mismo, señalaba la puerta grande, esa que se descolgó con la explosión, y más chucuchú. To el plan suyo era hablar y señalar, fuera lo que fuera.

A mí me daba pena, qué quieres que te diga. Si hubiera estado hecha una pordiosera llena de churretes, po le habría dao algo o… yo qué sé. Pero se la veía tan límpia y tan escamondá… La siguiente vez que la vi me acerqué a ella. Estaba largando, como siempre, con el brazo estirao. Le dije: ¡Es bonita ¿a que sí?! , yo chillándole, pa que me entendiera, claro. Y la pobre me miraba sonriendo y otra vez con lo suyo. Yo seguí, por darle conversación a ver si se enmendaba esa manía suya. ¡Tres mil años tiene, tres mil! Pero por mucho que yo le chillaba no me entendía la joía. ¡La catedrá, mu antigua, del tiempo los romanos! Pero ná, chiquillo, que no había ná que hacé, la dejé por imposible.

Ayer la vi otra vez, pero pasó una cosa mu rara. Estaba yo mirándola y de pronto se le acercó sin mirarla una pareja de guiris. Al oírla la miraron y se le acercaron más. El hombre guiri llamó entonces a un grupo que estaba por allí desperdigao, y se fueron acercando poco a poco. Se ve que eran turistas de un barco de esos grandes del muelle. Mira, me quedé… Se formó un corro alrededor de la loca que ya ni la veía ni ná, ná más que veía su brazo estirao saliendo del centro y apuntando a las torres de la catedrá. De pronto se movió el grupo y se fue desplazando como un rebaño por to la plaza. Al rato se terminó to con un aplauso que espantó a las palomas. Los guiris se fueron desperdigando otra vez pero cada uno con una sonrisita la mar de graciosa. La loca se quedó sola, allí en el centro, sonriendo y contando un montón de billetitos de cinco euros. Cuando terminó y se dio cuenta de que yo la estaba mirando, se me acercó y me dijo mu bajito: Un buen pgofesional no debe estag ocioso cuando no tiene clientes. Y digo yo... ¿qué puñetas es ocioso? Lo que yo te digo, chalá, chalá, chalá der to, vamos. No ni ná.

6 comentarios:

genialsiempre dijo...

Estupendo, retrata muy bien la idiosincracia del gaditano, "todo vale pa sacá un duro, quillo".
Pero eso no le quita méritos a la historia, al contrario.

José María

Pedro Estudillo dijo...

Muy bueno Alinando. Extraordinariamente relatado en gadita auténtico.
A la pobre sólo le faltaba la banderita o el pirulo ese que llevan los guías para guiar al rebaño (de guiris).

Carmen dijo...

Una historia muy simpática y bien relatá, me ha parecido leer una anécdota contada por la mismísima Hortensia Romero.

Anónimo dijo...

Ya era hora de que alguien se dedicara a escribir en nuestro idioma. Si los catalanes escriben en catalán, esta muy bien que alguien lo haga en gaditano puro.
Tan genial el relato como la expresión.

Raquelilla dijo...

Mira, me quedé... esta frase te delata, jijiji, por cierto: si esa mujé estaba tan pirada hablando sola...¿con quién hablaba el protagonista? ¿está tocao de la chabeta también, ijijiji?
Ra

Anónimo dijo...

cañí gadita, tu gracia, mi arma...fita