miércoles, 6 de mayo de 2009

El amor de Juan

Cambié tu barracón por una casa, te dí protección, todo lo que ansiabas. Hice todo por tí...me casé contigo.

Ni siquiera necesitabas expresar lo que sentías; conversar, escribir, leer...¿para qué?, si yo lo hacía para tí, mi amor.

Nunca te hizo falta, créeme.

Sigo queriéndote así...; muda, sumisa, impotente.

Tu inutilidad no me importó nunca.

Me sirves y serviste para parir cinco hijos, ¿puedo pedir más?.

Temblando, siempre obedeciste, mi vida. No esperaba menos de tí, cuando abortaste el último hijo; cumpliste. Te amenacé, lo sé... pero me ví obligado.

Siempre me has respetado y temido. Soy tu vida...tu principio y tu fin.

Ahora, estás más torpe que nunca...Has envejecido; tu carne flácida y seca me asquea, he de ser sincero.

Pero, no sé, mi amor... llego a casa y te encuentro siempre... solícita, callada...

Te amo, sí.

Creo que rte he dado una buena vida.


Chari

5 comentarios:

Raquelilla dijo...

Al leerlo de nuevo es como si te escuchara recitarlo otra vez, con el sentimiento de la consciencia y la certidumbre de haber vivido cerca de tí este relato, me encantó en su día y me vuelve a conmover hoy, fue un acierto haberme acercado el otro miércoles al taller.
Ra

genialsiempre dijo...

Aunque me ha tocado hacer de mecanógrafo del texto, ello no es óbice para que deje constancia de que me gusta.

José María

Pedro Estudillo dijo...

Brutal y real como la vida misma. Lo has bordao, Chari.

JUAN dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
JUAN dijo...

Relato escrito con el corazón
Gracias Chari