sábado, 23 de febrero de 2008

LECTURA EN EL METRO

Me encontraba absorto, leyendo la parte del libro donde el comisario Keene comenzaba a recomponer el puzzle, para descubrir al asesino del banquero Mac Cullers. El metro paró en la estación de Chueca y oí como a mi derecha una voz familiar decía: - Al banquero lo mata el dueño del campo de golf - . Alcé airado la mirada y vi como mi antigua novia abandonaba el vagón como una exhalación. En ese instante me percaté de que los años de relación nos sirvieron para aficionarnos al mismo tipo de literatura y a mi ex novia además, para odiarme de manera visceral.

JUAN

3 comentarios:

Escuela de Letras Libres dijo...

Si es que una mujé despechá es capá de to pa vengarse, hijo, y que crueldad mas grande la de destriparte el final de un libro, una película o un chiste. Cruel como la vida misma. Ah, que me ha encantao la historia.
Oye, que no falteis a clase, aunque no tengais hecha la tarea ni na ni que llueva o este el viento como loco y haya gran marejada en el estrecho.

Eva.

Anónimo dijo...

Pedazo de microrelato Juan, se me antoja fragmento delicioso de novela negra, pedacito de historia urbana encantadora y canallesca al mismo tiempo y, toda esa enjundia en tan minúsculo espacio literario. Pedazo de microrelato Juan.
Y como bien apunta Eva: No falteis llueva o esté el viento como loco y haya gran marejada en el estrecho.
Un besoteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.

Raquelilla dijo...

Y además... el asesino fue el Sheriff, jijiji